Sacramento es el nombre de la mujer que me cuidaba de pequeño. Hace poco vivía en una casa en el camino de Bonanza a la Algaida y gozaba de buena salud a Dios gracias. Y le envío un beso de recuerdo. Pero en este artículo me refiero a Sacramento, ciudad capital del estado de California. Fue una de las ciudades donde antes se pinchó la burbuja inmobiliaria y, por consiguiente, podemos utilizarla como ejemplo de qué va a pasar en nuestro país.
Porque ya hay buenas noticias. El número de viviendas vendidas en Sacramento durante el pasado mes de marzo fue un 45% superior a las vendidas en el año 2008; y esto es un claro indicativo de que el mercado inmobiliario se va despertando.
La segunda buena noticia es que, según la televisión norteamericana, ocho de cada diez economistas prevé un aumento del precio de la vivienda para los próximos diez años. ¡Estupendo! Pero comencemos por tratar de calibrar lo que ha pasado en Sacramento durante esta década. Una forma de verlo es dar cuenta del número de viviendas que se vendía cada año. Así, si durante el año 2000, en el mejor mes se vendieron unas 2.800 viviendas, la cifra correspondiente a 2004 fue de 4.300 viviendas, bajando levemente a 4.100 al año siguiente. En el 2006 la burbuja inmobiliaria se desinfló y la cifra de ventas se redujo a 2.500, continuando la caída en el 2007 a 1.500. Más o menos la tercera parte de lo que se vendía en los años buenos. De estas cifras se pueden extraer varias consecuencias. Primera, el que diga ahora que, en España, no se podía prever lo que iba a pasar, bien miente, bien es un ignorante que debe callarse. Era perfectamente previsible porque ya estaba pasando en otros sitios. La segunda es que lo que hoy esté pasando allí, es lo que pasará en nuestro país en un par de años.
Y lo que pasa es que el mercado se está recuperando; la cifra de viviendas vendidas en el mejor mes aumentó en 2008 desde 1.500 unidades a 2.600 y se prevé que supere los 3.000 durante este año. ¡Aleluya! Esto se va a recuperar en un par de años. Sólo resta aguantar un poco más. Además, la mayoría de economistas piensan que los precios van a subir. ¡Bravo! Pero es que no hemos dicho una palabra del precio a que se están vendiendo este creciente número de viviendas. Vaya por delante que dos de cada tres casas son vendidas por entidades financieras que se las han quedado por impago de hipotecas. Y, respecto al precio, se paga aproximadamente la mitad (el 50%) de lo que se pagaba hace tres años. Esa es la razón por la que los economistas piensan que la vivienda va a subir de precio; porque, en Sacramento, ya se ha hecho el brutal ajuste de precio que se tiene que producir en España. ¿Qué dicen los economistas esos? Que una casa que se vendía, en España, por 200.000 euros en 2007 es probable que valga hoy unos 100.000 euros y que, inflación mediante, es probable que valga cerca de 200.000 euros dentro de diez o quince años. Esta es la recuperación que hoy ya está sucediendo en Sacramento, California; y es la que sucederá en muchas partes de España. Y el que diga que esto no es posible, ya saben, bien miente, bien es un ignorante que debe callarse.
En Sacramento han tenido la suerte o la habilidad de conseguir que la bajada de precios se produjera en un par de años. Si en España se tarda más no pasa casi nada; simplemente se tardará más en recuperar el mercado. Y lo mismo pasa con la economía en general.
Llevamos ya unos trimestres de caída de la economía y crecimiento fulgurante del paro. Es obvio que el ritmo de crecimiento del paro bajará y se parará. ¿Es buena noticia? Hombre, cuando te están pegando, siempre es bueno que paren. Pero la pregunta es: ¿qué se está haciendo hoy, no para paliar las consecuencias de la crisis, sino para que, cuando finalice, se consiga una economía competitiva y pujante capaz de generar empleo rápidamente? ¿Puede saberse qué sectores económicos se están reestructurando para competir mejor? ¿Qué inversiones productivas se están haciendo? ¿Tiene el Gobierno, o la oposición, eso que ahora se llama un modelo de crecimiento económico?