Lorenzo Silva (Madrid, 1966) firma este sábado en la Feria del Libro de Sevilla ejemplares de su última novela 'Música para feos' (Destino), una historia centrada en el sentimiento amoroso, tema sobre el que el autor hacía 20 años que no escribía porque, a su juicio, "hay que abordarlo de una manera que tenga sentido y no se caiga en los tópicos", asegura. Además, añade, "tiene que tener un par de buenos personajes y un tono".
La última vez que abordó el tema amoroso fue en 'La flaqueza del bolchevique', de cuya escritura hará justo 20 años en este 2015. En una entrevista a Europa Press, Silva asegura que este proyecto ha estado "cierto tiempo" en su cabeza, porque "quería aprovechar esta historia de amor para contar otras cosas y dejar entrever el mundo de los dos personajes", una joven periodista y un militar veterano.
En este sentido, señala que recrear el mundo de ella "es fácil", porque conoce los medios de comunicación, que "han sufrido una devaluación como expresión también de la devaluación del país en general", afirma. Sin embargo, "él representa un mundo más complicado de conocer, porque no es el mío, y porque la gente que está en ese mundo no se fácil que te cuente las cosas".
Además, "necesitaba ir a alguno de los escenarios donde ha trabajado gente como él, y el verano pasado conseguí ir a Afganistán, lo que ha sido un poco el detonante de la escritura", añade Silva, quien reconoce que la "mayor dificultad" al escribir 'Música para feos' "es que es ella la que cuenta la historia, lo que supone para un hombre tratar de recrear una voz femenina".
Aunque, precisa, para el escritor "también esto forma parte del oficio, buscar puntos de vista distintos, buscar otras voces y jugar a construirlas". "Me costó la voz, porque el problema no era tanto el personaje como el tono", ya que, a su juicio, un novelista "debe intentar desaparecer detrás del personaje cuando escribe novela en primera persona; intentar asumir una voz que no es la tuya para hacerla sonar y que sea coherente", subraya Silva.
Sobre por qué ha elegido esta profesión para el protagonista, apunta que es una profesión sobre la que "sigue habiendo mucho desconocimiento, bastantes ideas preconcebidas, y de la que tampoco tenemos tanta información". "Creo que en cierto modo, por una lado la profesión y por otro lado lo que representa es algo que se cuenta poco. Ellos no lo cuentan mucho, y tampoco los medios, y prácticamente nada la literatura y el cine".
"EXPERIMENTO NARRATIVO"
Por último, y sobre la presencia de la música en cada uno de los 21 capítulos de esta novela, en cuyas páginas aparecen bandas de Amy Winehouse, Radiohead, Rufus Wainwright, Franco Battiato o Roy Orbison, entre otros, Silva confiesa que "es una apuesta estilística y también un experimento narrativo", en el que la historia se cuenta "no solo con la voz de ella, sino también con la secuencia de canciones que se van intercambiando a lo largo de la historia, en la que cada uno elige las suyas, lo que ayuda a retratarlos, ver la diferencia entre ambos, y perfilar las emociones".
