Como un niño con zapatos nuevos. Así se encontraba ayer el secretario local del PSOE, Federico Pérez Peralta, al comprobar cómo ha quedado la futura Casa del Pueblo de Gaspar del Pino. Y es que, después de tres años realojados en los bajos de la sede provincial de la plaza de San Antonio, los socialistas gaditanos volverán a tener por fin un punto de encuentro propio en la ciudad. 

Las obras de adaptación llevadas a cabo en el número 4 de esta calle concluyeron hace pocos días. De modo que la apertura está a expensas únicamente de que el partido reciba la licencia de primera ocupación por parte del Ayuntamiento. 

Peralta prefirió no fijar una fecha de inauguración “hasta disponer de todos los permisos necesarios”. Pero sí adelantó que a ese acto acudirá el recién nombrado presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, además de otros pesos pesados de la formación política como la ministra de Igualdad, Bibiana Aído, el consejero de Gobernación, Luis Pizarro, y diversos cargos de la ejecutiva provincial. 

A partir de ese día, los militantes del PSOE gaditano disfrutarán de unas instalaciones “dignas, modernas, funcionales” y dotadas con “las tecnologías más avanzadas”. Una actuación en la que se ha invertido 427.000 euros. 

Este espacio, de 400 metros cuadrados aproximadamente, cuenta con tres despachos, una biblioteca y un salón principal con capacidad para 250 personas que, a su vez, puede subdividirse en cuatro salas menores y un escenario a través de tabiques desplegables. 

Según indicó el secretario general, con este proyecto el PSOE se propone, por un lado, recuperar la convivencia entre afiliados y simpatizantes y, por otro, abrir la organización a los ciudadanos. El objetivo pasa, pues, por convertir la sede en una clara referencia social, con cabida para la actividad cultural, vecinal, etc. “Queremos que sea una especie de Ateneo 2”, resumió Peralta. 

Su estreno llega, eso sí, más tarde de los esperado en un principio. Varios contratiempos explican este retraso. Entre ellos, la aparición de una serie de vasijas antiguas que la Delegación Provincial de Cultura solicitó poner en valor y algún que otro problema relacionado con los forjados del edificio. Peralta también echó parte de culpa al Consistorio por su “tardanza” en la tramitación del papeleo. No obstante, descartó la existencia de alguna “mano negra” y se limitó a achacar esta circunstancia a la “falta de agilidad y eficacia” del Consistorio.