La crisis y los precios de la energía han provocado que más de 4,2 millones de personas se encuentran en la actualidad en situación de pobreza energética, según el portal 'Kelisto.es', que extrae estas cifras tras contrastar los datos de Eurostat sobre porcentaje de población que no puede mantener la casa a temperatura adecuada con los datos del censo de población del Instituto Nacional de Estadística (INE).
El aumento de los precios de la energía y la caída de los ingresos de las familias provocada por la crisis han disparado el número de personas en pobreza energética, hasta el punto de que los 2,7 millones de 2008 alcanzan en 2012 un total de 4,2 millones, lo que supone un incremento del 55%.
El informe indica, a partir de datos del Observatorio de la sostenibilidad en España de 2012, que este tipo de pobreza provoca más de 2.300 muertes al año, más que los accidentes de tráfico, y considera que en la actualidad no existe una protección adecuada frente a cortes de suministro.
"Entre 2008 y 2012 el número de personas en pobreza energética ha crecido de forma alarmante. A los 4,2 millones de españoles que sufrían este problema en 2012, el 9% de la población, se unen aquellas familias que, tras las últimas subidas de los precios de la energía, unido a la crisis, afrontan una situación en la que tienen que elegir entre comer y calentar su vivienda", afirma el responsable de Energía de 'Kelisto.es', Hernán Martínez.
En España, este problema afecta al 9,1% de la población, mientras en países más fríos como Reino Unido la tasa se sitúa en el 8,1%, frente al 6% de Francia o el 4,7% de Alemania. Solo Portugal (27%), Grecia (26,1%) e Italia (21,2%) superan las tasas de España, al margen de los países de Europa del Este.
En España, señaña, no existe una definición oficial de lo que significa estar en pobreza energética, lo que contrasta con lo que ocurre en Reino Unido, donde se considera que los hogares en pobreza energética son aquellos que necesitan gastar más de un 10% de sus ingresos para calentar la vivienda.
Junto a esto, recuerda que más de la mitad de los Estados miembros de la Unión protegen a los consumidores de los cortes de suministro durante los meses más fríos y cuentan con tarifas reducidas para colectivos en riesgo. En algunos casos, como en el de Suecia, el sistema de protección social se hace cargo de las facturas impagadas.