Lo posible

Este domingo, 1 de Diciembre, se celebra el Día Mundial de la Acción contra el Sida. Desde 1988, se hace hincapié en la prevención de la infección por el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH) y su atención  integral. No se puede obviar aún, la trascendencia y necesidad, de no bajar la guardia, fortaleciendo la concienciación de la ciudadanía. Debemos reclamar y exigir que se continúe trabajando, desde los dispositivos de atención primaria, sociosanitaria y entidades de iniciativa social, para desechar el rastro de esta pandemia, que puede ir borrándose a través de avances en los estudios científicos y en el tratamiento de los antirretrovirales. Los recortes en materia farmacológica, en programas y actuaciones preventivas, en investigaciones…son enemigos devastadores de los derechos de quienes padecen  Sida, retrayendo el debilitado bienestar ante el síndrome que va debilitando con sus diversos síntomas al sistema inmunológico. Mayor complejidad supone, la integración en el famélico mercado de trabajo, éste plagado de prejuicios y estereotipos, a pesar del avance en los derechos laborales y la protección social impulsada desde la misma Organización Internacional del Trabajo (OIT). La Sociedad Clínica Europea del Sida, ha explicado la evolución, las variantes geográficas (subregiones y países), la apuesta permanente por informar y formar sobre los medios de transmisión, las prácticas de riesgo y la importancia de la detección del estado serológico. Otro aspecto significativo que señala, es el rechazo frontal del aumento de la discriminación, la desigualdad de género, y los estigmas canalizados por normas legislativas represivas, contaminadas por la homofobia y la transfobia, como la situación reciente de Rusia. Frenar el Sida en España, implica la participación de todos los pilares de protección, pero especialmente, de los sistemas públicos de servicios sociales, sanidad y educación. Este año, campañas de sensibilización, como “Cero nuevas infecciones, cero discriminación y cero muertes relacionadas con el Sida” también reflejan el impacto de la crisis económica en los países más vulnerables. En Europa, se estima que hay 2,3 millones de personas diagnósticas, de ellas, una horquilla entre 130 y 150 mil son españolas. La cifra mundial asciende a 35.3 millones. En Andalucía, contamos con estrategias globales y específicas en esta materia, en el III Plan de Salud; el Plan Andaluz frente al VIH-Sida y otras Infecciones de Transmisión Sexual (2010-2015); el Registro de Casos de Sida, el Sistema de Vigilancia Epidemiológica (SVEA), y otras medidas como el test rápido de saliva como dispositivo de diagnóstico preventivo…Es un tarea individual, colectiva y comunitaria respetar, apoyar e integrar a las personas afectadas por el Sida. Continuemos con lo primordial para finalmente llegar al pensamiento de Francisco de Asís: “Empieza haciendo lo necesario, después lo posible, y de repente te encontrarás haciendo lo imposible”.