Da hasta miedo leer la descripción que hace el alcalde sobre la asfixia económica para justificar, de cara al pleno, el acuerdo unánime del grupo de gobierno, para desentenderse del tranvía tras dos años infructuosos para buscarle una salida, si es que esto se pretendía. No ha habido viabilidad, ni para el tranvía ni tampoco en su conjunto para un Ayuntamiento agonizante, que a pesar de sus intenciones iniciales no solo no ha reducido sino que ha ido aumentando el agujero sin fondo y que se encuentra en este momento con el agua al cuello, pendiente de que Montoro le lance un bote salvavidas para el que hay enormes dificultades, la primera de ellas el incumplimiento del plan de ajuste, que ha agravado la quiebra técnica y coloca la economía municipal en el disparadero, sin ingresos, con unos gastos fijos cuantiosos, con una deuda imposible de asumir, de modo que abrir cada día el Ayuntamiento cuesta muchos miles de euros, y todo ello acompañado con una actitud política de quiero y no puedo, porque las continuas amenazas que se han estado haciendo durante meses se han ido acallando a la espera de que obrara algún milagro que por el momento ni está ni se le espera. El alcalde insiste reiteradamente que su papel es parecido al de un administrador concursal, y las cuentas del Ayuntamiento, las heredadas y las provocadas, son verdaderamente dramáticas porque definen un escenario imposible. El alcalde ya no puede reducir su discurso a la “deuda de los socialistas y comunistas”, ahora tiene que asumir su parte y además tiene que pedir auxilio, un rescate o lo que sea, porque la situación es insostenible.
Lo más leído
Lo último
Boletín diario gratuito
- Ayuntamiento agonizante · El Periódico de Utrera · Viva El Condado DESCARGAR PERIÓDICO
-
-
Seccionesexpand_more
-
- Hemeroteca
- Quiénes somos
- Contacto
- Publicidad
- Aviso Legal
- Cookies
- Seguridad
- Protección de datos