La zona del Cerro de San Gil, conocida popularmente como El Picadero, es donde están documentados los asentamientos más antiguos de la ciudad. En sus inmediaciones, hay niveles que datan de los siglos XVII-IX a.C., siendo una de las principales fuentes de estudio para conocer a los diferentes pueblos que pasaron por estas tierras.
Fruto de las excavaciones que se hicieron en la zona en el año 2001, es este mosaico romano. La pieza resulta especialmente llamativa, al establecer un curioso juego visual con el que la observa: su emblema central, representa a un joven sátiro, visto desde un determinado ángulo; sin embargo, contemplado desde el punto opuesto, vemos claramente la imagen de un anciano Sileno.
Esta característica sólo es apreciable hasta la fecha en otros tres mosaicos del mundo: Dos de ellos hallados en Italia y otro en Luxemburgo.
“Es un hallazgo realmente excepcional” asegura Sergio García Dils, arqueólogo municipal, al mando de las excavaciones que dieron con esta pieza, hace ahora más de una década. “Por aquel entonces era pronto para ponerla en valor, porque no teníamos cubierta; pero ahora contamos con las garantías necesarias para mostrarlo al público”, afirma García Dils, en alusión a la carpa que actualmente protege al parque arqueológico de las inclemencias del tiempo. Por este motivo, dicho mosaico será el primero que podrá ser visitado en su ubicación original, una vez que la Plaza de Armas del Cerro de San Gil, permita el acceso al público.
Según Rafael Benítez, delegado del Área de Turismo en el consistorio ecijano, la apertura del parque arqueológico se realizará en breve, “cuando los efectivos de la escuela de bioarqueología, llegados de diferentes universidades internacionales, empiecen a operar en la zona”. De esta forma, los visitantes podrán ver cómo trabajan estos profesionales in situ.
“Pocos lugares cuentan con un alcázar de 4000 metros cuadrados y un parque arqueológico con 3000 años de historia. El de Écija es el único parque de estas condiciones, situado en el centro de una ciudad, en la península Ibérica”, asegura Benítez.
En este aspecto, se prevén nuevos hallazgos para el futuro, ya que como nos recuerda el arqueólogo García Dils, en la zona del Altozano se hallan restos tartéssicos, turdetanos, romanos, de la Edad Media e incluso de un cementerio andalusí; estructuras que “irán saliendo poco a poco”, convirtiéndose en uno de los mayores atractivos turísticos de Écija, junto a los elementos barrocos y romanos que conforman el patrimonio de esta antigua ciudad.
