La pasada semana participó en la feria anual de tatuajes que se celebra en Sidney
Se llama Alvaro Flores, es de Jerez y reside desde hace un par de años en Australia. Su nombre salió a la palestra hace unos días con motivo de su participación en una feria anual de tatuajes que se celebra en Sidney. Lo hizo de la mano del estudio en el que trabaja, Korpus Tatoo, junto al que dio a conocer su obra, al tiempo que, pese a la enorme distancia, lograba llamar nuestra atención.
Él se encontraba entre los más de 300 artistas australianos e internacionales que participaban en la IV Exposición Anual de Tatuajes y el Arte del Cuerpo, celebrada en Sidney, y que se ha destacado por la proliferación de diseños asiáticos.
A diario, los tatuadores participantes han tenido que responder con habilidad a los pedidos de la clientela que pedía grabarse en el cuerpo monstruos, diablos, calaveras, hadas y flores de colores, así como diseños geométricos, celtas, maoríes o el rostro de un ser querido. Las figuras requeridas iban tomando forma con la tinta y la maquinilla tatuadora pasando sobre las piernas, espalda o los brazos de los clientes, algunos de ellos aparentemente incómodos por el leve dolor o por atraer la mirada de curiosos.
Entre esos artistas figuraba Álvaro Flores,cuyo gusto se inclina en favor de los patrones en color negro, los diseños tradicionales y geométricos. “Me gustan mucho los tatuajes budistas y tailandeses, pero hago un poco mi mezclilla”, explicaba este joven artista radicado en Australia desde hace más de dos años.
Flores comenzó a hacerse tatuajes cuando era un adolescente y a lo largo de los años y viajes por diferentes países de Europa y Asia se ha ido decorado el cuerpo “con el fin de recordar esos momentos”.
El tatuador jerezano explica que la visión sobre el tatuaje ha cambiado porque antes se identificaban con “la gente de la prisión” y actualmente “no se tiene que ser ni el más malo, ni el más bueno” para llevarlos.
Lo que sí recomienda Flores es grabarse el nombre de la novia o novio con letras pequeñas y en un lugar del cuerpo poco visible, porque en caso de ruptura “siempre se puede pintar de negro encima”, bromeó.
El estudio para el que trabaja, Korpus Tatoo se encuentra en una zona cultural y muy bohemia de Melbourne conocida como Brunswick. Como exponen en su web, aquí “encontrarás una excelente selección de diseños orogonales, grasa para modelar el cabello y el olor acre de la sangre, sudor y lágrimas”. Forjado por los artistas Brian Graydon y Steve Cruz, Alvaro Flores se ha sumado a un grupo de tatuadores formado por Mick Squires, Jaclyn Rehe, Ozzy y Teniele Sadd. Sus creaciones pueden consultarse a través de su web y de su página en Facebook.