Se trata de una instalación subterránea, tiene un coste de ocho millones de euros y servirá a la Armada, Ejército y Cuerpos de Seguridad del Estado.
San Fernando contará en el plazo aproximado de un año con una galería de tiro en los terrenos de la Clicla, totalmente cubierta y de cien metros de largo, que cuenta con un presupuesto de ocho millones de euros faseados en distintos ejercicios.
Las obras llevan más de año y medio en marcha y su finalización acaba con la polémica suscitada a principios de este siglo con la intención del Ministerio de Defensa de constuir una galería de tiro soterrada en el acuartelamiento de Camposoto.
Al contrario que ésta, para la que finalmente se decidió un sistema de trinchera, a techo descubierto, la que se construye en la población militar de San Carlos ha supuesto una auténtica obra de ingeniería y elimina cualquier riesgo de cara al exterior como viene ocurriendo desde que se puso en funcionamiento la instalación de tiro de fusil que enfila directamente a la Casería, muy cerca de la nueva galería.
Teniendo en cuenta el tipo de suelo sobre el que se asienta, el gasto previsto en un principio se ha elevado considerablementa ya que ha sido necesario construir prácticamente un búnker de hormigón capaz de asentarse en un suelo de marismas.
Casi todo tipo de armas En el caso de la galería de tiro, el búnker es de cien metros por unos veinte, por lo que permite el entrenamiento de una quincena de tiradores. Además, las instalaciones están preparadas para dividirla por tramos en función del tipo de armas con las que se vayan a hacer ejercicios, incluidas las armas cortas.
Ello no evita que una parte del entrenamiento del personal militar, el que dispara con armas de largo alcance, tenga realizarse en las instalaciones del Ministerio de Defensa en El Retín, con los desplazamientos obligados.
Hay dos cuestiones, no obstante, que además de justificar la obra justifica el presupuesto aprobado para la galería. La primera de ellas es la seguridad, toda vez que es subterránea y elimina el polígono de tiro fusil descubierto.
La otra, y más importante, es que la decisión del Ministerio de Defensa permite que no sólo la Armada realice los ejercicios de tiro en la galería, sino que podrán usarla también el Ejército de Tierra con base en Camposoto y los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. Esto es, una instalación que cubre todas las necesidades actuales de contar con las garantías básicas que hasta ahora no se cumplían.
Sin hipotecas Ni que decir tiene que la construcción de esta galería de tiro elimina el proyecto de construcción de la galería del ahora llamado Centro de Formación de Tropa número 2 de Camposoto, por lo que también se elimina lo que a principios de este siglo se consideraba una hipoteca sobre aquellos terrenos por parte de los grupos políticos entonces en la oposición a nivel nacional y de todos los partidos, menos el Partido Popular, a nivel local. Amén de la Plataforma por Camposoto.
Volviendo atrás la vista, hay que recordar que el anuncio de la construcción de la galería de tiro en el año 2000 y su ratificación en 2001 y 2002 -año éste en el que ya se iba a adjudicar la obra- motivó un movimiento de protesta al considerar que la galería en el interior del acuartelamiento suponía llenarlo de contenido y por ende, eliminar o postergar durante muchos años la recuperación de esos terrenos.
Sólo el Partido Popular mantenía que la construcción de la galería en el interior del cuartel permitía ganar una pelea con el Ministerio de Defensa, como era la eliminación del campo de tiro que existe en las cercanías de la rotonda de las banderas y que se sigue utilizando. Algo que a su vez impedía la liberación de un kilómetro más de playa que está acotado como zona de servidumbre de esta instalación.
Pues bien, ese campo de tiro actual también va a desaparecer, como también desapareció hace años la posibilidad de construir la galería soterrada en Camposoto. Y es que la idea de desecharla fue precisamente el germen del nuevo proyecto.
Solución salomónica El Ministerio de Defensa consideró, en los últimos años de gobierno del Partido Popular en Madrid, que la inversión en Camposoto resultaba arriesgada debido a que existía un protocolo firmado con el Ayuntamiento de San Fernando para desafectar 350.000 metros cuadrados que podrían ser más en un futuro, hasta llegar a los 850.000 metros, según había avanzado en la anterior legislatura -primera del PP- el diputado Juan Ibáñez Haro que había estudiado con los mandos militares y responsables políticos las posibilidades de desafectación futuras de la base militar.
El cambio de gobierno de 2004 con la victoria del PSOE, partido que había abanderado la liberación del suelo de Camposoto, llevó al Ministerio de Defensa la idea de que la construcción de la galería de tiro y su inversión correspondiente comenzaba a ser un riesgo según qué acontecimientos se produjeran.
A partir de ahí fue cuando se comenzó a pensar en una ubicación que solucionara todos los problemas futuros, los derivados de la presión sobre los suelos y los de las necesidades de las Fuerzas Armadas y Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. Todo en uno y como solución definitiva.
La población de San Carlos siempre ha estado al margen de la polémica por la afectación militar -al menos por ahora- mientras que los terrenos en los que se ha construido no están al alcance de proyecto alguno de uso civil, con lo que se eliminan controversia futuras.