Es una de las deficiencias de la céntrica vía que más destacan y sufren los peatones
La obra del tren tranvía por Real da para escribir un libro de gran volumen, pero sus consecuencias merecen capítulos aparte, porque independiente de los conflictos en el mapa de tráfico de la ciudad, hay algo que todos los peatones, vecinos y hosteleros comentan y es el mal olor que sale de los husillos o imbornales de la calle Real, algo que no ocurría antes de la obra.
Estos malos olores, perfectamente apreciables en toda la calle y unos días más que otros, se deben fundamentalmente a que los husillos instalados no cuenta con un sistema de sellado que evita estos olores o no tiene la cubeta del imbornal con agua, del tipo sifónico, que impida la emanación de que hace difícil pasear y hasta tomarse algo en una terraza.
Por eso, ante la falta de inactividad y soluciones, y para evitar los efectos que tienen estos malos olores para los clientes potenciales, han procedido a sellar con bolsas de plástico al menos dos husillos de la calle Real, con el fin de evitar la emanación de malos olores y parece que la medida está dando resultado, claro que no resulta válida en época de lluvias, siendo ésta una medida provisional llevada a cabo por particulares.
La recepción de la obra La obra que ejecuta la UTE Sacyr-Prinur y que promueve la Consejería de Obras Públicas no está terminada y debe ser además recepcionada por el Ayuntamiento una vez esté concluida. Sin embargo, desde el Consistorio se deberán analizar algunas de las deficiencias que tiene la calle y que pasan por los malos olores, la baja calidad de la solería de granito, que rompe a las primeras de cambio y que viene sufriendo repetidas reparaciones a lo largo de este año, los huecos existentes en las juntas de dilatación de la solería y el estancamiento de agua en algunas zonas.
Y todo eso cuando faltan muchos de los compromisos adquiridos por la Consejería de Obras Públicas con el Ayuntamiento, como son la carretera que una la autovía de Cádiz por detrás de Janer con la rotonda del Parque de Bomberos o la reurbanización de todas las calles perpendiculares a la calle Real, algo que todavía no ha comenzado a pesar de que la obra debería estar finalizada desde el pasado año.
El retraso en la finalización de la obra, en parte por la paralización ordenada por el TSJA, está impidiendo también que se libere el Puente Zuazo del tráfico y que puedan comenzar los trabajos de rehabilitación de las baterías de la zona isleña.