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Arcos

El Santiscal de Arcos, presa del humo

Durante más de 24 horas, la población no pudo respirar con normalidad por los efectos de la quema de abundante poda en el perímetro del pantano

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  • El humo provocó gran malestar en la población de El Santiscal. -

Arcos sufría el mediodía del jueves de la pasada semana un peligroso y lamentable suceso que dejó en la población un humo insoportable e insalubre a todas luces, consecuencia de los trabajos de quema de restos de poda en el embalse. Las quejas vecinales se multiplicaron, con casos de atención sanitaria leves en el centro de salud y traslado voluntario de algunos vecinos a otras zonas de la ciudad.

La barriada El Santiscal, donde viven casi 4.000 personas, padeció este episodio por las labores que realiza la Junta de Andalucía a través de la empresa Tragsa en el perímetro del lago y Paraje Natural Cola del Embalse. El humo, que persistía a primeras del día siguiente, provocó gran malestar a la población porque apenas se podía respirar en la calle, situación que obligó a la vecindad a permanecer en casa con las ventanas cerradas, aunque en muchos casos con los efectos dentro de casa. Inicialmente una mujer y su hijo fueron atendidos en el centro de salud con un cuadro de vómitos y dolor de cabeza por haber inhalado el humo. Después de produjeron otras atenciones igualmente con resultado leve. Otros casos confirman que más de un vecino se fue a dormir la noche del jueves a la vivienda de algún familiar de la zona alta de Arcos “con miedo y ansiedad”.

En el lugar de los hechos permaneció atento a los trabajos de quema un retén de bomberos para seguir de cerca la evolución de una combustión lenta producto de la quema de una gran superficie de cañaveral y matorral que se vio agravada por la humedad de las plantas en proceso de carbonización. Así lo confirmaba la propia Junta, que habría incorporado el pasado viernes a las labores una máquina trituradora para no quemar más restos de poda.

La columna de humo se pudo ver desde varios puntos de la ciudad y se dejó notar especialmente la noche del jueves en el Barrio Bajo. Aunque no era humo tóxico, sí podía afectar a personas con problemas respiratorios. También resultó muy desagradable el fuerte olor que persistía en la zona.

La asociación AMA Natura-Ecologistas en Acción realizó una comparecencia pública con su presidente, Ángel Roldán, visiblemente preocupado por estos hechos que enmarcaba en un problema de “salubridad pública” con independencia, además, del daño ocasionando a la valiosa fauna de la zona, pues la cola del embalse es un punto clave de la nidificación de aves migratorias.

La asociación medioambiental rechazaba ‘in situ’ estas prácticas y lamentaba que haya sido una organización no gubernamental la que diera la voz de alarma con este suceso, culpando al Ayuntamiento en este sentido de estar ocupado en asuntos “más importantes”. Junto a él comparecía el delegado de Seguridad Ciudadana, Oliver Verhoeven, para asegurar que el alcalde Miguel Rodríguez ha permanecido preocupado en todo momento con estos hechos, aunque admitió que delegó en su persona para gestionar el suceso. El responsable municipal también de El Santiscal apuntaba a “una mala decisión” de la empresa al haber optado por una quema masiva frente a posibles fuegos más pequeños y controlados. Esta era una de las opciones que contaba con su correspondiente permiso por parte de la Junta de Andalucía, afirmaba.

Tanto el presidente de AMA Natura-EA como el delegado de Seguridad hicieron cronología de cómo se desataron los hechos desde el mediodía del jueves. El primero para criticar un supuesto retraso en la actuación de las administraciones y poner el acento en la praxis de los trabajos y en el peligro que salud que ha corrido la población; y el segundo para confirmar una importante movilización de medios de seguridad con la intervención de Guardia Civil, Policía Local, Protección Civil, Bomberos e incluso un equipo del Plan Infoca desplazado a la zona para asegurar la zona calcinada. Con ello, explicaba Verhoeven, el Ayuntamiento ha actuado en consecuencia, además de haber activado su plan de emergencia.

Reacciones políticas

Si bien este suceso ha despertado gran preocupación en redes sociales, el PSOE se pronunció para asegurar que el Gobierno de Arcos había dejado a la vecindad a su suerte, que no se le había informado de la situación y que prevalecía un silencio al respecto al tratarse de una actuación de la Junta que coincide con el color político del Ayuntamiento. Incluso tomaba la iniciativa de informar al respecto a la Subdelegación del Gobierno en la provincia y al Defensor de la Ciudadanía. En el mismo sentido, IU lamentaba a través de su concejal y portavoz, Miguel Ángel Ortega, que el equipo de Gobierno no se pronunciara tras surgir el problema y que no se diera alguna recomendación o directriz a la población afectada. En idéntica dirección, desde Adelante Andalucía mostraban su malestar por estos hechos y criticado una supuesta desprotección a la población. Incluso hablaban de “atentado contra la salud y bienestar de la población” y anunciaban una pregunta al Gobierno andaluz a través de su grupo parlamentario.

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