El Rocío, un lugar donde despedir el año de forma singular

La aldea de El Rocío, situada en Almonte al borde de la marisma de Doñana y que cada año por primavera reúne a cientos de miles de devotos de la Virgen del Rocío durante la romería, también se convierte esta Nochevieja en un importante punto de encuentro para despedir el año de una forma singular.

Serán miles de personas las que se den cita en esta aldea, que ya fue elección de no pocos para Nochebuena, para despedir 2024 y dar la bienvenida al nuevo año.

Desde hace unas semanas, las puertas y ventanas de muchas de sus casas se han abierto, dejando paso a la luz, al aire y al frío, que a buen seguro se paliará desempolvando la leña y avivando el fuego en las chimeneas.

Los que esta noche se den cita en la aldea podrán disfrutar del cambio de año en un lugar privilegiado, ante la marisma de Doñana, un espacio natural Patrimonio de la Humanidad y Reserva de la Biosfera, entre tantos otros títulos internacionales.

También estará cerca el otro tesoro de la aldea, la Virgen del Rocío, a las puertas de cuyo santuario no serán pocos los que se congregarán a la espera de esas campanadas que anuncian el año nuevo con las que tomar las doce uvas.

El Ayuntamiento ha llamado en un bando al civismo y a respetar las tradiciones de este lugar y, aunque habrá casas en las que la música actual será protagonista, en su mayoría se cumplirá esa petición, como ocurre año tras año.

De esta forma, por sus ventanas se escucharán sonidos de guitarra, cajones flamencos y las panderetas, así como de las voces de los que encuentran en esta celebración una ocasión excepcional para disfrutar al son de sevillanas y rumbas, muchas de las cuales tienen como protagonista a la anfitriona de la aldea.

Una estampa poco vista, un lugar único por lo que representa tanto desde el punto de vista medioambiental como para el mundo rociero que, año tras año, desde hace algo más de dos décadas, se va consolidando como una alternativa para celebrar la Nochevieja, sobre todo para reuniones de jóvenes.

Una consolidación que es fruto de la hospitalidad que brindan a los foráneos los vecinos habituales de la aldea, y de la tranquilidad, ya que, a pesar de la congregación de gente, no se registran incidentes, pues todo se desarrolla con calma y con la garantía de un dispositivo especial que diseña el Ayuntamiento de Almonte, activado desde el pasado 24 de diciembre, que se refuerza especialmente para esta noche.