La aritmética de la política viene a ser la cara y la cruz de una misma moneda, la cara –amable- porque los números son los que son y su suma refleja el sentir democrático de un pueblo, y la cruz –tirana- por cuanto unos pocos votos pueden condicionar el devenir de muchos y de esto saben para varios masters esos independentismos catalán y vasco que han amarrado a los gobiernos centrales al ser claves para las sumas finales usando sus restos a beneficio. Nada es perfecto, posiblemente la democracia sea un sistema imperfecto de entre los aceptables frente a aquellos que hacen del totalitarismo y el abuso sus raíles esenciales sobre los que avanzar. Pero hasta que no descubramos una manera mejor y mientras la estética del poder se rija por intereses partidistas usando la administración como bancos de financiación para alcanzarlos, solo queda santiguarse y confiar, tal que hacemos con una justicia subjetiva, caprichosa y partidista a la que no penaliza cuando comete errores. Un juez se puede equivocar ocasionando terribles daños a terceros y no le pasa nada, todos los demás no. Y eso no es justo.
La moción de censura presentada en Jaén por Jaén Merece Más junto al PSOE liderado por el anterior alcalde Julio Millán para desbancar al PP, que tenía pacto de gobierno con JMM, ha desatado un fuego cruzado y de diferentes tonos de color: algunos entienden que el PSOE ha cambiado el ritmo usando la administración central para arrebatar en Andalucía y desgastar al PP allí donde pueda y Jaén es solo una primera etapa, la Diputación de Cádiz podría ser –sueñan- la segunda, otros lo interpretan en clave interna orgánica del PSOE apuntándole el tanto a Juanfran Serrano en su soterrada pugna, cada día más tibia, por ser el líder del socialismo andaluz sustituyendo a Juan Espadas y para ello cuenta con la complicidad de Santos Cerdán, que es su hasta ahora principal valedor porque Pedro Sánchez no se ha pronunciado sobre esta sucesión, entre otras cosas porque no lo ve claro; no falta quien apunta al PP por su bisoñez orgánica incumpliendo los compromisos adquiridos para Jaén con la Junta y, también, ante la falta de un afinador capaz de sujetar cuando la cabra tira al monte.
En Jaén hacía tiempo que venían persiguiendo la
kriptonita y, a la vista está, la han encontrado en algunos miembros de una formación localista que solo se pliega a los intereses de la ciudad y como la Junta ha tardado en responder más de lo que debía, el gobierno central le ha tomado la delantera; resaltable es el hecho de que ahora el alcalde será el socialista Julio Millán, que ya lo fuera en la anterior legislatura, cuando hace unos meses le ofreció la alcaldía al líder del partido que ahora se la devuelve. Para el PP no es una cuestión menor, pierde una capital de provincia y, sobre todo, muestra su debilidad orgánica y esto representa un arañón serio que ya veremos hasta qué punto deriva en herida. Lo de Cádiz es distinto. Pese a que el líder de La Línea 100x100 Juan Franco ha negociado, y de hecho recientemente, con el ministerio lo de su estatuto especial, de momento no ha encontrado visos de acuerdo y no flaquea su pacto en la Diputación de Cádiz entre otras cuestiones porque le es muy lucrativo, distinto es que en La Línea han tomado buena nota de Jaén y van a sangrar todo lo que puedan al PP sabiendo que el PSOE, en general, y Ruiz Boix, en particular, estarían más que felices de quitarle al PP una de las seis diputaciones que tiene. Aunque hoy por hoy es como el canto del cisne. En esta disputa se cruza el enfrentamiento que existe en el PSOE de Cádiz, más ahora cuando Ruiz Boix se ha declarado ferviente seguidor de Serrano e Irene García y Rafael Márquez apoderan la continuidad de Juan Espadas. En este sentido, Cádiz acoge lo más lustroso de cada bando y estos días late tanto en clave autonómica frente al congreso a celebrar en febrero como en la provincial, que vendrá más tarde y es evidente que del liderazgo que salga de febrero depende mucho el que se dé más tarde en las provincias.
El, para algunos, Pedro Sánchez Obrero Español –PSOE- no se pronuncia sobre Andalucía a diferencia de cómo lo ha hecho en otras comunidades, al menos aún, el caso más reciente es Madrid con un Óscar López impuesto directamente por un Sánchez que, cuando lo tiene claro, impulsa sin parapetarse en recovecos, de manera abierta, con luz y taquígrafos, pero en Andalucía ha hecho consultas, llama, pregunta, pero no pone el dedo porque si repitiese el método hecho en otras comunidades su opción sería Montero y
Montero hoy es la única persona que acabaría con el debate interno, con el proceso de primarias y con los bandos, pese a que su pasado en gobiernos andaluces anteriores y sus negociaciones con Cataluña representen carnaza de la buena contra ella. Para Juanma Moreno, el perfil más incómodo es su contraposición: mujer empoderada con discurso y activa porque para hombre joven, moderado, de aspecto agradable y sereno ya está él, que en ese rol se siente Superman y para enfrentarle el PSOE, como en Jaén, busca su kriptonita. Para Andalucía necesita, más bien, una cantera de la preciada piedra.
Mientras, los entornos filtran para crear estados de opinión, también en la idea de distorsionar, intoxicar, todos inquietos a la espera de que César hable porque este PSOE no es un partido asambleario como lo era antes y a determinados niveles no hay valientes que se tiren al ruedo dispuestos a jugársela en unas primarias abiertas, sin apadrinamientos. Hay mucho fervor cofrade, que es aquel que a un líder le lleva a ganar un congreso sin tambores de guerra, con banda de música y bajo palio. Dónde quedaron aquellos congresos de humo de
Ducados y bar y negociaciones hasta las claras del día, ahora todo es mucho más estético, fino, controlado, perfumado, dirigido, se podría decir incluso que esta izquierda ha perdido su condición rebelde para acomodarse en una pacífica posición relativamente conservadora y esto se escenifica perfecto en congresos controlados donde el voto del militante es lo de menos y esto lo percibe un electorado ancestralmente de izquierdas que cada día vota menos y que en Andalucía, en elevado número, lo hace a Moreno Bonilla. El PSOE ha perdido ciertos valores y, también, valor, quizás porque más que un proyecto colectivo es, hoy en día, la suma de muchos proyectos personales. Las guerras tienen consecuencias porque para una gran mayoría esto es su sustento, en algunos casos lucrativos y de hecho estos días circulan declaraciones de bienes que muestran lo bien pagada que puede llegar a estar la política...
Así, con las tensiones congresuales, con Aldama largando, Bárcenas –Luis, sé fuerte- viendo la luz al final del túnel de presidio y el país en conjunto enfrentado cada día por una cuestión distinta y con Antonio Sanz dándole a la caja en ese villancico parlamentario de corte
popular, llega la Navidad. Blanca y sonora Navidad, cuyo espíritu este año tiene la consistencia de la cara comercial del asunto y, cada año menos, de la espiritual. Sería bonito que cada uno hiciera un acto generoso, altruista, desinteresado, anónimo y humano por otro -puntúa triple si el elegido le cae mal-. Sería muy navideño. Con todo y para todos, Feliz Navidad.