Ha incrementado la edad media de emancipación en España hasta los 30,4 años, situándose como la cuarta más elevada de la Unión Europea
La combinación de la subida del precio del alquiler, la inflación acumulada y la disminución de la renta per cápita en la última década ha incrementado la edad media de emancipación en España hasta los 30,4 años, situándose como la cuarta más elevada de la Unión Europea.
Son las conclusiones del último informe de la cátedra de empresa de la Universidad Pompeu Fabra (UPF) y la Asociación de Promotores y Constructores de Edificios de Cataluña (APCE), hecho público este miércoles.
El monográfico señala que la precariedad laboral, la tasa de temporalidad, el incremento del precio de la vivienda, las restricciones al crédito junto a unos salarios estancados y la dificultad de acceso a vivienda protegida son factores decisivos en la emancipación de los jóvenes.
Esto se ve reflejado en la evolución de la tasa de emancipación de los jóvenes españoles, que ha sido negativa durante la última década, y la edad media de emancipación, que se ha elevado de los 28 a los 30 años durante el mismo período.
En el caso concreto de los jóvenes de entre 30 y 34 años, la tasa de emancipación se ha reducido del 74,3 % al 69,8 %.
Ambas cifras son considerablemente superiores a las de la UE, donde la media de edad de emancipación son los 26 años y la tasa de emancipación de los jóvenes de los 18 a los 34 años se sitúa hasta 10 puntos por encima.
El coautor del estudio y director de la cátedra, Josep Maria Raya, ha señalado hoy en la rueda de prensa de presentación del estudio que se trata de un problema con implicaciones "multifactoriales".
Señala la demografía, por ejemplo, como un elemento diferencial: "Las zonas más pobladas cada vez lo están más y de gente más joven".
También se ha referido a la desigualdad generacional, ya que la riqueza de las familias en España se concentra principalmente en la vivienda y, actualmente, la de las personas mayores de 75 años es cinco veces superior a la de los menores de 35 años. El informe advierte que esta desigualdad ha aumentado un 61 % desde 2014.
Las conclusiones del monográfico señalan que una mayor integración entre educación y mercado laboral, mediante el desarrollo de la formación profesional o universitaria dual, permitiría la emancipación residencial a una edad más temprana.
En términos de la mejora del mercado laboral, también exigen la reducción de la temporalidad laboral, aunque consideran que la última reforma laboral "parece apuntar en la dirección correcta".
Por otra parte, los autores apuntan que el problema está ligado a la situación estructural del mercado de la vivienda, por lo que creen necesaria "una mayor oferta de viviendas públicas y privadas, tanto de alquiler como de propiedad, en especial en las grandes ciudades y zonas metropolitanas".
También instan a considerar más incentivos al acceso de los jóvenes adultos al mercado de la propiedad, ya que creen que hay una parte que podrán pagar la mensualidad hipotecaria, pero no acceden a la hipoteca por falta de un ahorro inicial.
En este sentido, proponen como ejemplo a seguir el modelo del Reino Unido, que cuenta con una fórmula de copropiedad donde el Estado asume la responsabilidad de una parte de este ahorro inicial y potencia acuerdos con entidades financieras para que los jóvenes puedan obtener préstamos por encima del 80 % del valor de la vivienda.
Por último, los autores reclaman la necesidad de reducir el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (ITP) y el IVA en viviendas de nueva construcción, siempre que se dedique a primera residencia y no se haya transmitido en los últimos cinco años.
Según el presidente de APCE, Xavier Vilajoana, pretenden que este informe "abra los ojos a todos los que deben tomar las decisiones pertinentes para facilitar la situación de la vivienda".