La voz del pueblo, que canta y grita y grita y canta... quien pudiera tener una de las voces de este pueblo de currelantes. En su presentación. El gran Perico arrancando el ¡ole! del respetable y primero de los pasodobles: “No tengo unvientre fuerte para poder llevarte”, mensaje de un padre a un hijo en el vientre de la madre, en el que le hablan de la vida y promete ser su espejo. Muy bueno y al corazón. El segundo, siempe adelante y siempre a la izquierda, a Marcelino Camacho, todo un sentido homenaje a quien dedicó su vida por la lucha de los trabajadores. Grande y largamente aplaudido. Los cuplés también de la fábrica, el primero a las niñas y el segundo a su vecina desconsolada con obsesión por las cosas de los payasos.
el público
Tal vez no hayan tenido su mejor día interpretativo, han actuado relajados pero siempre seguros de ellos mismos y de su calidad