Mercajerez lleva operando desde 1979, con una concesión a cincuenta años. Sin embargo, la imagen del Merca estaba muy deteriorada hasta que en 2000 Mercasa decidió renovar sus infraestructuras. Ahora Mercajerez, tal y como señala su director, Ángel Salazar, “es un sector estratégico en la ciudad”.
—¿Cuándo empezó a trabajar en Mercajerez?
—Yo empecé a trabajar en Mercajerez en 1999. En aquella época yo trabajaba en Mercasa, uno de los principales accionistas de Mercajerez, ayudando a los Mercas que tenían problemas. Entonces el director de Mercasa me pidió que viniera para poner en marcha unas obras aquí que iban a durar unos cinco o seis meses, con la intención de volverme a Madrid transcurrido ese tiempo. Pero cuando llegué aquí y vi el panorama, que estaba bastante mal, fui afianzándome aquí. Me gustó trabajar en Jerez y en Mercajerez, y decidí quedarme.
—¿Qué modificaciones se introdujeron?
—En primer lugar, lo que necesitaba Mercajerez era un lavado de imagen. Era un Merca que estaba totalmente acabado a nivel de infraestructuras, no tenía renovación. Había problemas con las cubiertas, la electricidad, los suelos, todo. Así que entre 2000 y 2001 se renovó totalmente el principal mercado de Mercajerez, que es el de frutas y hortalizas. Además, se introdujo un mercado de pescado. Por otra parte, a nivel económico también iba muy mal, así que se corrigieron todos los problemas económicos que tenía. Se arreglaron los problemas fiscales y los que tenían con Hacienda, se aunaron las voluntades de los dos socios mayoritarios, el Ayuntamiento y Mercasa, y a partir de ahí la empresa empezó a funcionar de otra forma.
—Hace un par de años también se informatizó Mercajerez.
—Sí, en este sentido se hicieron unas tarjetas de radiofrecuencia para saber quién viene y de donde viene. De esta forma podemos saber qué tipo de cliente es el que viene a Mercajerez: un mayorista, una frutería, un supermercado… todo esto lo registramos a la entrada. Además, tenemos una base de datos con todos los clientes, con sus registros y sus números, de manera que podemos avisar a nuestros clientes de ofertas determinadas, según sus intereses, que les llega directamente a sus teléfonos móviles.
—¿Cuál ha sido la evolución de Mercajerez?
—A nivel económico hemos estado evolucionando muy positivamente. A partir del año 2000 empezamos a dar beneficios a excepción de un año en el que registramos muy pocas pérdidas. Este año hemos vuelto a dar pérdidas como consecuencia, no de la crisis, sino de que se nos ha pasado un impuesto de bienes inmuebles del que Mercajerez había estado exento hasta ahora. Por otra parte, hemos reducido los beneficios procedentes de la estación de servicio. La estación de servicio que tenía Mercajerez y que funcionaba a crédito suponía una gran fuente de beneficios. Pero los créditos cayeron, la gente dejó de pagar, y ahora esa estación de servicio hay que trasladarla a la zona de la avenida. El problema es que supone una gran inversión amortizable a 40 años y la concesión que tiene Mercajerez acaba dentro de 13, entonces nadie quiere arriesgarse a invertir y el tema está bastante parado.
—Sin embargo, las ventas han aumentado en 2010 con respecto a 2009.
—Este año hemos hecho un total de 44.288 toneladas, que, comparándolas con las de 2009, que fueron 39.193, vemos que hemos experimentado un crecimiento del 13%.
—¿A qué cree que se debe este crecimiento?
—Lo que tenemos son interpretaciones, porque tampoco hemos hecho un análisis exhaustivo de lo que está ocurriendo, pero lo que sí tenemos es una constancia de que los mayoristas que están aquí han aumentado las ventas. Pensamos que esto se debe a tres factores distintos. Por un lado, la gente que antes estaba en la construcción y que ahora se encuentra en paro, ha decidido montar fruterías en zonas de nuevo crecimiento de Jerez. También creemos que antes, por el tema del crecimiento económico, en una familia trabajaba tanto el marido como la mujer y, al no tener tiempo, iban a comprar a las grandes superficies. Sin embargo, ahora que la cosa está peor, es posible que uno de los dos, o los dos, no trabajen, y por tanto vayan más a comprar a las fruterías o a la plaza de abastos. Además, ahora también hay un mejor servicio por parte del mayorista al cliente, porque se está fomentando el llevarle el producto a la tienda. Creo que esos son los tres factores fundamentales.
—¿Cuáles son las previsiones que se manejan para este año?
—Ahora mismo estamos en un periodo intermedio por eso de que se acercan las elecciones, pero hay algunos temas que se están solucionando como es el tema de renovar la concesión, pero lo que quiere Mercajerez es negociar una prolongación para que la vida del Merca sea indefinida. Si no se pudiera, habría soluciones alternativas, pero lo que queremos es eliminar las incertidumbres de los inversores, que siempre van a querer saber cuándo se le acaba la inversión en una sociedad. En lo que respecta a los resultados, esperamos hacer un equilibrio entre ganancias y pérdidas. Y en cuanto a actividad comercial, vamos a ser optimistas este año. Creemos que algo se va a notar que se empieza a salir de la crisis y eso va a animar a que venga gente nueva.