El informe preliminar de la autopsia realizada al cuerpo confirmó que la muerte de la mujer había sido violenta
La mujer cuyo cadáver apareció el pasado sábado flotando en las costas del municipio tinerfeño de Arico con signos de muerte violenta era de nacionalidad belga, tenía 66 años y estaba desaparecida desde al menos el 24 de abril.
Fuentes de la Guardia Civil han confirmado a EFE que el cadáver ha sido identificado y corresponde a una mujer desaparecida en el municipio de Adeje, según publica este jueves el periódico El Día.
El informe preliminar de la autopsia realizada al cuerpo confirmó que la muerte de la mujer había sido violenta.
Además el cuerpo apareció desmembrado y en la cabeza llevaba una bolsa de plástico, según publicó la prensa local.
La Guardia Civil ha confirmado este jueves que continúa la investigación para determinar las causas y los posibles autores de esta muerte.
Según la asociación Sosdesparecidos, que difundió el pasado viernes la desaparición de la mujer, ésta medía 1,65 de estatura, de complexión normal, tenía el pelo canoso y corto y los ojos azules.