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Arroz, tomate, algodón, hortícolas y arbóreos, beneficiados por el agua para regadío

Los más beneficiados por el aumento de la dotación en la cuenca del Guadalquivir para la actual campaña de riego

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  • Tomates.

El arroz, el tomate de industria, el algodón, la remolacha, cultivos hortícolas como la coliflor y la zanahoria y los árboreos (olivar, almendro, cítricos y frutales) son los que más dependen del regadío y, por tanto, los más beneficiados por el aumento de la dotación en la cuenca del Guadalquivir para la actual campaña de riego.

En declaraciones a EFE el secretario general de Asaja Sevilla, Eduardo Martín, ha explicado que los sectores más castigados en la última campaña fueron el arroz, que no se pudo sembrar por falta de agua y desde el año 2020 no tiene una campaña normal, y el tomate de industria, que le ocurrió lo mismo que el arroz y, sin embargo, este año van a poder sembrar, aunque en su totalidad, gracias a las dotaciones acordadas este miércoles en la comisión de desembalse de la cuenca del Guadalquivir.

También dependen del regadío el algodón, que el año pasado se "sembró a duras penas", y la remolacha, con una campaña "muy exigua", y que en esta ocasión van a contar con más dotación de agua para el riego, aunque no con la que dispondrían en una campaña normal.

La comisión de desembalse ha acordado este miércoles el desembalse de 1.010 hectómetros cúbicos de agua en la cuenca del Guadalquivir, un 162 % más que el año anterior, y una dotación máxima por hectárea de 4.000 metros cúbicos, casi seis veces más que en 2023, si bien es inferior en un 33 % a la disposición máxima de 6.000 metros cúbicos.

Con estas dotaciones la campaña agrícola va en línea o en camino de ser normal, aunque no llega a serlo totalmente porque la dotación máxima de agua por hectárea es un 33 % inferior a la que considera normal, pero mejora la de los dos años anteriores que fueron "catastróficos", según Eduardo Martín, que ha señalado que se traducirá en más producción aunque variará en función de los cultivos de acuerdo con sus limitaciones de agua.

Cada cultivo tiene asignada una dotación máxima en función de sus necesidades hídricas y, con la dotación autorizada en dicha comisión, se le aplica un porcentaje de reducción que va del 33 % máximo al 25 % mínimo.

Este es el caso del olivar al que se le asigna una dotación de agua de 1.125 metros cúbicos por hectárea, un 25 % menos que la pasada campaña y, según el técnico de Asaja, es otro de los sectores que se verá aliviado tras un año desastroso.

Además del olivar, están en mejor situación gracias el aumento de la dotación de agua para el riego el almendro, los cítricos y los frutales, a los que les viene "extremadamente bien" ya que arranca ahora la campaña de la fruta de hueso, según Eduardo Martín.

Al resto de cultivos de secano, como los cereales, el girasol, los garbanzos y la oleaginosas, aunque no necesitan del regadío, les ha venido muy bien el agua caída en marzo en toda Andalucía porque ha dejado bien hidratada la tierra.

También la lluvia ha mejorado la situación de las dehesas, ya que la sequía las había dejado prácticamente sin pasto para el ganado y ya hay alimentos naturales para el ganado sin que suponga un sobrecoste para el productor, ha explicado secretario general de Asaja Sevilla.

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