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Al compás de Huelva

Una radio más que octogenaria y decana (II)

Todavía quedan 14 años para ese centenario que puede tener un gran contenido que debe llenarnos de orgullo y onubensismo

Publicado: 09/01/2024 ·
18:56
· Actualizado: 09/01/2024 · 18:58
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  • Radio. -
Autor

J. S. Canales

Periodista onubense con más de medio siglo de carrera profesional y una gran dedicación a su tierra, autor de varios libros y reconocido con el Premio de Periodismo Ciudad de Huelva en 2008

Al compás de Huelva

Plasma la historia reciente de Huelva y toma el pulso de la actualidad onubense, además de ser un altavoz de las necesidades de la capital y la provincia

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Sí, todavía quedamos algunos supervivientes de aquélla mítica emisora de Radiodifusión que todavía recuerdan, sobre todo, los amantes del flamenco y de la canción española de la época, y, sobre todo, a propósito de aniversarios, los más que entusiastas seguidores del Real Club Recreativo de Huelva, cuando aquellos lunes a las diez y media de la noche, media Huelva y gran parte de la provincia, vibraban pegados al viejo receptor de válvulas para encender los ánimos a través de aquella inolvidable revista inspirada y/o creada y montada y dirigida por Antonio Guerrero Llamas, más conocido por ‘Bélico’. Sí, todo el onubensismo pendiente de la sintonía de “¡GOL¡” y, comida aparte, de aquellos entrañables hinchas del Recre arropando a personajes como ‘El viejo y el hincha’ -Pepe Galván y Nicasio Fernández- con sus “diálogos sin malicia…”

Sí, todavía quedan 14 años para ese centenario que puede tener un gran contenido que debe llenarnos de orgullo y onubensismo a través de un medio de comunicación que -ojo al detalle y a los datos- apenas tiene una sucinta representación en ese Centro de la Comunicación levantado en esa Huelva de la Ría que nos recuerda aquel pasodoble que tantas y tantas veces escuchábamos a través de Radio Nacional de España en Huelva, con sonido desde  aquel no menos entrañable e histórico edificio de Gran Vía 1, hoy avenida de Martín Alonso Pinzón. Sí, desde los altos de la Cafetería Pelayo y desde su tercera planta, tantas y tantas veces sin ascensor (¿) y que se convertía en escenario de aquellos inolvidable concursos de cante flamenco con los Hermanos Toronjo a la cabeza y aquella ‘Lluvia de Estrella’s que arropaba a ‘La Niña de Huelva’…

Sí, ¡qué tiempos aquellos en los que por Navidades el estudio se convergía en sala de subastas a beneficio de los más necesitados por iniciativa de la Cáritas de entonces y de tantas y tantas retransmisiones en directos desde una de las ventanas al paso de los desfiles de Semana Santa! Y, por supuesto, de la salida de las dos hermandades del  Rocío hacia El Punto y por la entonces carretera nacional 431 camino de San Juan del Puerto, Niebla, Rociana del Condado y Almonte… Sí, y luego, todo vía telefónica desde el Cuartel de la Guardia Civil, de la recepción de hermandades, y el lunes, con la voz de Manolo Peral Banda, en directo, el salto de la reja.

Sí, una radio de consola y voltímetro que apenas tiene espacios propios de su cometido, algunos, sí, más que propios de la época, con aquellos magnetófonos que arriñonaban a cualquiera, y esos pesados y voluminosos micrófonos, y esa discoteca que en 1965 terminó en  los almacenes del entonces Ministerio de Información y Turismo, porque al ministro Fraga Iribarne le apeteció obedecer órdenes de la Unión Europea de Radiodifusión y manteniendo el indicativo otra emisora afín -la Cadena Azul de Radiodifusión-, la también conocida entonces como ‘Radio Huelva’, dejó de emitir durante seis largos años por aquello de que, por su potencias en antena interfería -¡qué cosas!- a otras emisoras del continente europeo (¿).

Sí, “ni sus inmensas perspectivas turísticas ni su pujante crecimiento económico -leo en mi libro ‘Al compás de Huelva’, RNE sexagenaria y decana (1937/1997)- fueron  argumentos que pudieran convencer a Fraga Iribarne. Y Huelva -lo diremos una vez más- enmudeció”. ¿Por qué?.  Después de más de tres décadas, la mejor respuesta, aunque paradójicamente, es considerar aquello una anécdota (¿) y como recuerdo y homenaje al caudal humano de la emisora -en una 3ª entrega entraré en todavía muchos más detalles y hechos históricos- seguiré mostrando mi extrañeza de por qué este modesto libro no aparece siquiera en alguno de los pocos espacios reservados a la emisora pública y decana de la radiodifusión española. Sí, ¡ojo al dato! Y ¿por qué después de un segundo intento ofreciendo un nuevo ejemplar para subsanar la pérdida del primero sigue el vacío? Sí, a lo mejor porque aquella para mí mítica emisora nació en  el régimen franquista. Sí, y me gustaría que lo mismo que a Jesús Hermida le han dedicado todo un Museo -¿por qué?- a esta emisora solo contados elementos técnicos. Sí, porque a lo mejor describió al primer hombre en la Luna como si fuese el protagonista. (A la atención de Nacho Molina, que a lo mejor nos puede dar alguna pista más convincente). Eso.

 

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