Los empresarios han decidido seguir el ejemplo de los trabajadores del antiguo Hospital para demandar una salida a su difícil situación
Los responsables de la treintena de subcontratas que trabajan para la empresa Sevimundi SA, adjudicataria de las obras de adaptación del antiguo Hospital de San Juan de Dios en un centro de atención para la tercera edad, han decicido iniciar un encierro en el edificio para exigir al Obispado una solución a su difícil situación. Los proveedores aseguran que llevan meses sin cobrar y calculan una deuda que ronda ya los 900.000 euros, una cantidad que se está convirtiendo en un auténtico quebradero de cabeza para estos pequeños empresarios que temen por el futuro de sus empresas.
Alberto Rodríguez, uno de los afectados, aseguró a este periódico que "no vamos a parar hasta que nos hagan caso". De esta manera, los proveedores siguen el ejemplo de los trabajadores del antiguo Hospital, que consiguieron hace una semana que el Obispado hiciera frente al pago de las nóminas del mes de julio y fueron capaces de negociar un nuevo ERE que los mantendrá cobrando el subsidio hasta diciembre, mes para el que se espera que puedan estar incorporados en su nueva actividad con la apertura del nuevo centro.