El bielorruso Yahueni Hutarovich, de la Francaise des Jeux, sorprendió a los grandes velocistas de la Vuelta para apuntarse por delante del líder, el británico Mark Cavendish (Columbia), la segunda etapa disputada entre Alcalá de Guadaira y Marbella, de 173,7 kilómetros, en una jornada de calor que cumplió el pronóstico de llegada masiva.
“¿Hutarovich?. Es la primera vez que oigo ese nombre”, dijo Oscar Freire en meta. Pues ese “desconocido” ganó la partida al esprint a los famosos Cavendish, Tyler Farrar y Alessandro Petacchi, por este orden, que vieron frustradas sus ilusiones de estrenarse en la Vuelta ante la aparición del bielorruso. El portugués Manuel Cardoso y el español Koldo Fernández (Euskaltel) se colocaron a continuación.
Tampoco es un desconocido Hutarovich, de 26 años, a pesar de que no le suena de nada al triple campeón del mundo. Hace dos años, ganó dos etapas en la Vuelta a Burgos y tiene cuatro triunfos en el Tour del Mediterráneo. De todas las maneras, ya se encargó él de presentarse en sociedad y de manera muy hábil.
“Puede parecer una sorpresa. Es mi tercera gran vuelta, pero venía a buscar una victoria. Cuando he ganado no me lo creía, pero vi que Cavendish iba con dificultades, lo di todo y salió perfecto”, señaló Hutarovich, quien recordó que vive del esprint, “sobre todo de los que son alocados”.
Lanzó el esprint desde muy lejos el Lampre con Danilo Hondo. Petacchi a su rueda, pero, cuando el primero se apartó, el italiano se quedó clavado. Saltó luego el americano Farrar (Garmin) y se le pegó Cavendish. Parecía cuestión obvia la victoria del británico, pero no se imaginaba el acelerón de Hutarovich, que le dejó con tres palmos de narices y la tarjeta de presentación en el bolsillo.
Su primer triunfo en la Vuelta, en la primera etapa en línea, la que cumplió con las expectativas de escapada consentida y llegada para los esprinters. Una jornada que mantuvo al líder del Columbia con el maillot rojo que se puso junto a la Torre del Oro la noche del sábado. Le siguen sus compañeros Konstantsin Sivtsov, bielorruso, como Hutarovich, pero más anónimo y el eslovaco Peter Velits. Entre los favoritos sin novedad, mantuvieron las diferencias en un puñado de segundos.
La primera etapa en línea se despidió de Sevilla con el termómetro arañando los 40 grados, una amenaza para el pelotón camino de la costa marbellí. En el kilómetro 6 se formó un cuarteto con presencia de Javier Ramírez (Andalucía Cajasur), el australiano Johnnie Walker, el sustituto de última hora de Rafa Valls en el Footon y los franceses Mickaël Buffaz (Cofidis) y Mickael Delage (Omega). Quedaban inauguradas las escapadas de la Vuelta.
Una fuga que enseguida abrió diferencias, 6.50 minutos en el kilómetro 25, sin inquietar al Columbia de Mark Cavendish, que llevó el timón para estabilizar la escapada en números razonables. Camino del primer puerto de la Vuelta, el Alto de Pruna (3a, km 74), en pleno ascenso, la desgracia se cebó con Buffaz. Sufrió una caída que le fracturó de clavícula. Primer abandono en la presente edición.
Coronó en cabeza su compatriota Delage y se convirtió en el primer líder de la montaña, por lo que estrenó el nuevo maillot de los escaladores, con lunares azules. Con ese honor en el bolsillo también besó el asfalto, esta vez el escenario fue el descenso, pero pudo seguir en carrera.
El Columbia tomó el mando del grupo coincidiendo con la zona romperpiernas del recorrido, en su segundo tercio. La renta de los aventureros se redujo a los 2.40 minutos a 60 kilómetros de Marbella. Delage trató el despegue al paso por Ronda, pero abrió un tajo insuficiente y sus compañeros le absorbieron más tarde.
Fue el impulso de Marcos García (Jacobeo Galicia) lo que terminó de sentenciar al trío de cabeza, a pesar de los intentos de Walker. La carretera se volcó en un descenso interminable en busca del Mediterráneo. Tocaba volar y buscar posiciones para la llegada al esprint, todo el mundo lanzado a más de sesenta por hora. A 12 kilómetros de la pancarta de llegada se acabó la escapada que animó el trayecto.
Lampre se empeñó en discutir la victoria al Columbia. Petacchi versus Cavendish, con 20 segundos de bonificación para el ganador en juego. Buen botín, sobre todo en las primeras etapas. Pero la evidencia a veces cambia de tono.
En un esprint descontrolado, el Columbia no impuso su tren, el Lampre atacó demasiado lejos y el Garmin no contó con el último tirón de Farrar. Un gran día para el factor sorpresa.