Mientras el Rey Felipe VI se encontraba a tan solo 15 kilómetros del Rey Juan Carlos con motivo de su visita a Galicia para inaugurar en 'Foro La Toja' coincidiendo con la estancia de su padre en Sanxenxo -aunque el Emérito confirmó que "seguramente" veía a su hijo, finalmente no se produjo el esperado reencuentro- la Reina Letizia cumplía con sus obligaciones reales a 1000 km de distancia.
Su agenda institucional ha llevado a la monarca este jueves a Málaga, donde ha presidido la inauguración del "II Congreso Internacional sobre trata de seres humanos. Estrategias para abolir la explotación sexual". Un acto en el que una vez más volvió a acaparar todas las miradas con su elegancia.
Tirando de fondo de armario, Doña Letizia lució un favorecedor vestido de Hugo Boss que estrenó en 2017 y que, 6 años después, sigue encantádonos por el efecto 'himnótico' y 'envolvente' de sus finas rayas verticales en blanco y negro. Un diseño que en esta ocasión ha combinado con unos zapatos destalonados de Massimo Dutti bajo que, a pesar de su tacón moderado, le han jugado una 'mala pasada'.
Fue al abandonar el congreso cuando la Reina ha sufrido un pequeño traspiés cuando uno de sus tacones se ha introducido ligeramente en uno de los pequeños huecos que había entre las tablas de madera del recinto. Sin embargo, ha salido completamente airosa y en décimas de segundo ha desenganchado el tacón del suelo y ha continuado su camino, comentando a uno de sus acompañantes lo que le ha sucedido con un expresivo gesto tras revisar que su zapato estuviese bien.