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La fe mueve montañas

Los jienenses le dieron la vuelta al partido y a la eliminatoria en la prórroga

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  • Jugadores del Real Jaén celebran el gol de la victoria -
En el fútbol nadie puede cantar victoria hasta que el partido o la eliminatoria hayan terminado. Los palentinos, tras el empate de hace siete días en Jaén, se las prometían felices, incluso celebraron el elevado número de posibilidades que tenían de dejar al equipo blanco en la cuneta en la lucha por una plaza en la categoría de plata del fútbol español.
Pero los partidos hay que jugarlos. Y en el Real Jaén a pesar de la tristeza por el empate a uno en La Victoria, se cambió el ‘chip’ de la tristeza y la desgracia, por el de la esperanza e ilusión para poder dar la vuelta a la eliminatoria en la Nueva Balastera. Y así fue, a pesar de que, por si faltaba algo, los palentinos se adelantaron en el marcador en el segundo choque que se disputó en tierras castellanas con un campo repleto de aficionados que se las prometían felices con su equipo.
A pesar de que Alejandro (minuto 63), adelantaba a su equipo en el marcador y ponía más difícil la eliminatoria para los jienenses, el equipo de Cervera en ningún momento se amilanó y, sacando fuerzas de flaquezas, le dieron la vuelta al partido y a la eliminatoria cuando casi nadie pensaba ya en la remontada.
También hay un dicho que apunta que ‘el fútbol no se queda con nada de nadie’, y si en el primer encuentro Castellanos fue el protagonista de la desafortunada acción que dio lugar al tanto palentino, en esta ocasión el central albaceteño se encontraba con la cara de la moneda al lograr (minuto 71), el tanto del empate para su equipo.
Hasta llegar a este momento, en la Nueva Balastera hubo dos equipos que se tenían mucho respeto, si bien los locales actuaron, sobre todo en la primera mitad, con las miras puestas en el marcador ya que el empate inicial les beneficiaba. El Real Jaén, sin grandes alardes, pero con trabajo y entrega, empezó a dominar la situación, si bien en los primeros cuarenta y cinco minutos las ocasiones fueron escasas, aunque los blancos, -ayer con indumentaria tricolor- tuvieron sus opciones para marcar, mientras que los palentinos jugaban sus bazas en los pases de estrategia de estrategia. A pesar de todo, la primera mitad terminó con buenas sensaciones del equipo de Cervera, en un ambiente excepcional donde 7.000 aficionados palentinos y casi un millar de jienenses, protagonizaban una gran fiesta deportiva.
Con el empate a uno, los dos equipos buscaron la ocasión para desequilibrar el marcador y, aunque los jienenses, que habían pasado por momentos muy complicados en los albores del segundo periodo, y el esfuerzo empezaba a hacer mella en casi todos sus efectivos, los de Cervera sacaron fuerzas de flaqueza, demostrando así, que forman un gran grupo de profesionales en los que hay que confiar hasta el último suspiro. Ayer todos jugaron un buen partido y sería injusto hacer distinciones, pero no podemos obviar el primer tiempo de Galdós, y el trabajo de Moyano, Solabarrieta, Esparza y Mena. La zona defensiva con los tres centrales, Espín, Castellanos y Tano, estuvo expeditiva y no desmerecieron el resto de integrantes del equipo, si bien a Gerardo lo vimos algo dubitativo en algunas acciones. Bien Navarro, que al final se retiró con molestias, y buen quehacer de los que salieron en la segunda parte, Calderón, Fernando, que sustituyó a Toledo y Sergio Ortiz.
Con escasas fuerzas, por tanto, de uno y otro equipo se llegó a la prórroga, y más de uno pensó que la eliminatoria se decantaría en los lanzamientos desde el punto de penalti. El tiempo extra para romper el empate se hacía largo e interminable. Pero el Real Jaén no había dicho la última palabra. Cuando se jugaban los primeros compases de la segunda parte de la prórroga (minuto 107), Solabarrieta de un gran disparo desde lejos, luego de una gran jugada de ataque del equipo, colocó el esférico en la escuadra del marco defendido por Rebollo, que nada pudo hacer por evitar el tanto del bilbaíno.
Con la eliminatoria franca, los últimos minutos fueron intensos y la meta defendida por Gerardo pasó por situaciones complicadas, pero al final la victoria se decantó para los jienenses, ante la alegría de los suyos que vibraron de felicidad y la tristeza de los rivales que, quizás, llegaron a vender ‘la piel del oso antes de cazarlo’, y eso en el fútbol otorga malas pasadas.
Junto con los seguidores blancos, en las gradas del Fondo Gol, en el que fueron colocados, estuvieron el presidente Carlos Sánchez y sus hijos, Carlos y Tamara, así como los jugadores Íñigo Ros y Álex García, que están lesionados, y Fran Machado que fue el descartado de los diecisiete jugadores que realizaron el viaje. Ahora toca preparar el próximo choque, que dado los equipos que han pasado la primera eliminatoria, será el Barcelona B. Los azulgranas jugarán el primer partido el próximo fin de semana en Jaén (posiblemente el domingo entre las 20 o 21 horas), y el choque de vuelta será en el Mini Estadi.
Hay que destacar en el partido de ayer, la armonía, la deportividad y el buen comportamiento de ambas aficiones, que dejaron constancia de lo que se debe de hacer en un campo, en un partido de fútbol, animar a sus equipos, para que consigan la victoria.

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