Banesto retira de la gestión del Centro San Fernando Plaza a Agustín Huelva

La bonanza económica produce ganancia y las crisis ponen a prueba a los empresarios grandes y pequeños. En función de cómo son capaces de afrontar tanto una como otra, ofrecen una imagen de solidez o de debilidad que se arrastrará durante años hasta que las circunstancias cambien esa percepción sobre el empresario.

Mientras las cosas iban bien el Centro de Ocio San Fernando Plaza y su nuevo gestor, el empresario de la construcción Agustín Huelva, iba solventando el pago de los préstamos a los que se había subrrogado al tomar de manos del también empresario de la construcción y promotor de las instalaciones, Francisco Romero, la gestión del negocio que pretendía competir con Bahía Sur.

La crisis, los impagos de los pequeños y las mil causas encadenadas que conlleva una mala situación económica, ha hecho que además de los préstamos, las deudas hayan aumentado en 2,5 millones de euros y que el banco valedor, Banesto, haya decidido tomar cartas en el asunto.

Quitarle la gestión
La primera medida que ha tomado ha sido despojar de la gestión al empresario isleño y poner al frente del Centro Plaza a una empresa especializada, que hará además una auditoría para conocer la verdadera realidad de las cuentas. A partir de ahí, todo entra en el mundo de los negocios, aunque no se puede olvidar que Huelva seguirá cobrando las comisiones por explotación, en el caso de que las hubiera.

¿Hasta cuándo durará esa situación? Es impredecible, pero se supone que debido a la situación económica del centro, durará mientras esté viva la concesión municipal del suelo, habida cuenta de que se asienta sobre una parcela municipal cedida a Francisco Romero por 70 años a cambio de unas condiciones en las que entraba la construcción de la nueva Jefatura de la Policía Local en la avenida San Juan Bosco.

La Historia del Centro de Ocio San Fernando Plaza no es nueva en San Fernando, toda ve que el complejo comercial y deportivo de Bahía Sur siguió los mismos derroteros por los que ahora se mueve el San Fernando Plaza, dicho sea teniendo en cuenta que el complejo de Caño Herrera ha logrado seguir siendo una de las principales empresas empleadoras de la ciudad, independientemente de la precariedad del empleo que produce.

Desde Parques Urbanos
Sólo hay que recordar que la empresa Parque Urbanos SA, fue la promotora y constructora del complejo hasta que los bancos la intervinieron por lo mismo que al Centro de Ocio San Fernando Plaza.

A partir de ahí ya no se han conocido más problemas que hagan presumir que se pueda encontrar con el peligro de ser desbancada por otras grandes superficies, sobre todo si una vez aprobado el PGOU se procede a la ampliación de las instalaciones comerciales a costa del estadio de Bahía Sur y de los aparcamientos.

Reparos
La llegada de Agustín Huelva a la gestión del Centro de Ocio San Fernando Plaza estuvo acompañada por una ampliación de la zona comercial en perjuicio de los aparcamientos de la primera planta que se usaban para los clientes del complejo. Huelva consiguió el permiso municipal cuando trabajaba como gerente del Plaza la ex primera secretaria del Partido Andalucista (que desapareció del cargo una vez concedida la ampliación), aunque tuvo que devolver las subvenciones del Ayuntamiento concedidas con la licencia de obras y dentro del acuerdo de contraprestaciones de la concesión del suelo.

Esa ampliación supuso no sólo más comercios en detrimento del ocio, sino también una inversión considerable en las instalaciones que hasta el día de hoy no han estado completamente ocupadas por comerciantes al por menor.

Oferta incompleta
La marcha de muchos de esos pequeños comerciantes se ha ido viendo poco a poco en las galerías del centro, con letreros de liquidación y cierre, mientras que los huecos en los que se anuncian nuevos comercios no terminan de ocuparse. Eso ha provocado que la oferta del Plaza no sea lo completa que debiera, a años luz de lo que ofrece Bahía Sur, y se base principalmente en los bares de copas de la primera y segunda planta, ya que incluso el supermercado y los cines no están proporcionando las ganancias que presumían las cuantiosas inversiones que se hicieron. Así es como llegan los impagos que se unen al fuerte gasto de mantenimiento del centro.