Poco ha aprendido el Sr. Moreno Bonilla durante la pandemia del COVID-19, y más bien parece haber estado viviendo en un mundo paralelo y no en la precaria realidad que los hogares andaluces siguen padeciendo, y soportando, tras haber quebrado aquellos sectores productivos que, como ídolos con pies de barro, se sostenían a base de salarios precarios, muchas horas de trabajo no pagadas y condiciones laborales, en muchas ocasiones, indignas.
Ahora se saca de la chistera un Plan para la Mejora de la Regulación Económica en Andalucía en el que, de nuevo, la economía vuelve a convertirse en un fin en sí misma y no en un medio para mejorar la calidad de vida de las personas.
Lo de poner en el centro la vida nunca ha sido cosa de la derecha.
Más bien mantener los privilegios de los de siempre.
Se justifica esta vez en la necesidad de agilizar el acceso al dinero procedente de las subvenciones del fondo de recuperación a determinados sectores empresariales, sectores como el comercio, la hostelería, el turismo, y la industria.
Es importante recordar que algo parecido hizo ya el año pasado por Decreto-Ley, para agilizar las actividades productivas y su implantación en Andalucía durante la pandemia, a costa de reducir lo que ustedes llamaron “trabas ambientales” y que, si medimos el impacto del resultado de la medida en el bienestar de la población andaluza, habría que decir que la creación de empleos de calidad, el aumento de los salarios en dichos sectores, o la calidad de vida, no han sido ninguno de ellos.
Pero ¿a qué comercio, a qué hostelería, a qué turismo o a qué industria se refiere?
La implantación de grandes superficies comerciales, los campos de golf, las macro plantas solares, nuevos alojamientos turísticos, y los proyectos que su equipo de “expertos” considera estratégicos, los llamados proyectos mineros del siglo XXI, que siguen sin afrontar el coste energético, ambiental, sanitario y de limitación de materias primas críticas que disponemos, y de los que saben mucho más que ellos la población de comarcas como la Cuenca Minera de Huelva.
Sin hacer el más mínimo análisis sobre las necesidades de Andalucía y los grandes retos que nos toca afrontar, como la emergencia climática, la despoblación progresiva del mundo rural y su consiguiente abandono, el paro juvenil, la visibilización y mejora del sector de los cuidados, la conservación del medio ambiente y su biodiversidad como bases fundamentales de la vida en la Tierra, prefiere ignorarlos y se dedica a proponer medidas obsoletas que ya se han demostrado ineficaces para el sostenimiento de la vida.
Eso sí, facilitará una guía de subvenciones y pondrá a disposición reputados gestores, para allanar el camino a sus “amiguetes”, poniéndoles la alfombra roja para seguir campando a sus anchas por el territorio, si es natural y tiene valor ecológico mejor, para que puedan hacerse de un buen pellizco.
En contrapartida, en ningún momento se plantea con su Plan de Mejoras aumentar la transparencia, la participación pública, la mejora de los servicios públicos, el apoyo a nuestros jóvenes para que puedan desarrollar proyectos locales vinculados a la investigación, a la cultura, al fomento del autoconsumo y las energías limpias, al impulso a la movilidad sostenible, a la agroecología, etc.
¿No ha visto los expedientes de regulación de empleo y despidos que muchas grandes superficies han aprovechado para llevar a cabo durante la pandemia?
¿No ha visitado los campos andaluces de Huelva y Almería para comprobar el saqueo de agua y las condiciones de trabajo que ofrecen a las personas migrantes, muchas de ellas mujeres en situación de extrema vulnerabilidad?
¿No se ha leído los documentos donde se explican al detalle los escenarios de cambio climático que nos esperan en Andalucía, donde el agua cada vez será más escasa, y que pretende utilizar para el riego de cultivos intensivos o de campos de golf?
¿Sabe el coste de depurar el agua para poder dedicarla a estos fines y quién va a terminar pagándola más cara?
¿Se da cuenta de que estos sectores no sólo no crearán empleos de calidad, sino que seguirán destruyéndolos como ya han hecho durante la pandemia para quitarse de en medio a un montón de trabajadores/as?
Me parece que no se ha hecho ninguna de estas preguntas.
Todo lo va a solucionar agilizando trámites administrativos, que, parece ser, es lo que entorpece la posibilidad de hacer buenas políticas en Andalucía.
Pues Sr. Moreno Bonilla la transición verde y la transición digital, no se hacen implantando más campos de golf, derrochando agua, o llenando el suelo de placas solares a diestro y siniestro para seguir sosteniendo energéticamente los grandes centros de consumo.
Se hace acompañando en sus iniciativas y proyectos a las personas, pequeñas y medianas empresas, o empresas de la economía social y solidaria, muchas integradas por gente joven e ilusionada que tiene buenas ideas, conocimiento del territorio, además de formación y quieren quedarse en su tierra a hacer sus sueños realidad.
Le invito a tomar nota de las reivindicaciones de la plataforma ciudadana Open Generation EU que aboga por una gestión transparente y accesible de los fondos, y por herramientas no que simplifiquen los trámites ambientales o el acceso a las subvenciones, sino que sienten las bases para la buena gobernanza de estos fondos históricos.
Sr. Presidente de la Junta, ya estamos cansadas de alimentar burbujas de amiguetes, la inmobiliaria, la minería especulativa, la burbuja de las mega plantas solares en el suelo, sin el más mínimo interés por reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, ni la reducción de los consumos energéticos, la agroindustria que nos deja sin agua y con suelos contaminados y trabajos precarizados.
Estamos hartas de que nuestra juventud tenga que emigrar de Andalucía porque, a pesar de estar altamente cualificada, no se les ofrece ninguna oportunidad.
También, de que cuando las mujeres hablamos de la importancia de priorizar los cuidados en una población cada vez más envejecida, se mire para otro lado, para seguir invisibilizando un trabajo fundamental y esencial e infravalorado, como esta pandemia ha demostrado.
Empiece por conocer la realidad, visite los pueblos de Andalucía y anote las necesidades de la población.
No son las mismas, ni siquiera parecidas, a las de aquellos a los que usted está preparando el traje a medida para que salgan airosos y beneficiados tras esta pandemia.
No deje a ninguna persona de Andalucía atrás. Y sobre todo no sea ingenuo pensando que todo lo va a solucionar a golpe de Decreto-ley.
Esa fórmula ya se ha demostrado inválida hace no mucho.
Cuando usted criticaba desde la oposición la arbitrariedad en el reparto de los Fondos Europeos.
Fdo. Isabel Brito
Coportavoz Verdes Equo Huelva