El Juzgado de lo Penal 5 de Almería ha condenado a 21 meses de prisión a una estafadora reincidente que usó los datos incluidos en una carta de una entidad bancaria que sustrajo de un buzón para apropiarse de 3.000 euros de la titular de la cuenta.
M.A.U.P., de 45 años y condenada en firme a dos años, dos meses y 15 días de cárcel en 2015, intentó en dos ocasiones más efectuar reintegros en la misma sucursal de la capital almeriense pero no lo logró debido a que tales operaciones fueron rechazadas.
La sentencia, de conformidad y a la que ha tenido acceso Europa Press, condena a la acusada como autora de un delito de estafa con la agravante de reincidencia y le obliga a pagar a la entidad bancaria 3.000 euros en concepto de responsabilidad civil ya que restituyó en la cuenta de la perjudicada el importe defraudado.
M.A.U.P. reconoció ante el juez que el 14 de septiembre de 2016 se personó en una sucursal bancaria ubicada en la Avenida Cabo de Gata y que allí usó los datos incluidos en una carta localizada por ella misma en los buzones de un bloque de viviendas ubicado en la Puerta de Purchena.
"Guiada por el propósito de obtener un benefició ilícito", se dirigió a la ventanilla y, aparentando ser la titular de la cuenta, aportó los datos e hizo un reintegro por importe de 3.000 euros.
Al día siguiente y una semana después lo intentó de nuevo pero no logró su objetivo de detraer más dinero porque las operaciones fueron rechazadas.
El Juzgado de lo Penal número 1 de Almería ya la condenó por sendos delitos de estafa después de que empleara los DNI de terceras personas para tratar de sacar dinero de sus cuentas bancarias así como por contratar líneas telefónicas y obtener terminales de alta gama.
Las sentencias dictadas el mismo día en firme, impusieron a la mujer un total de dos años, dos meses y 15 días de prisión así como una indemnización de 1.100 euros a favor de una entidad bancaria de la que consiguió llevarse una cantidad similar de dinero y una multa de un mes a razón de dos euros diarios.
El primero de los casos la mujer se hizo con el documento de identidad de una mujer, que lo había perdido, y acudió a una entidad bancaria con el fin de extraer de la cuenta del marido de la perjudicada 1.100 euros, de modo que a los pocos días acudió a otra oficina del mismo banco y se hizo con otros 13 euros.
Un mes después, según el segundo caso enjuiciado, consiguió hacerse con una fotocopia del DNI de su víctima, por la que se hizo pasar en una tienda de telefonía donde intentó contratar "tres o cuatro líneas móviles y una fija" para conseguir un terminal de alta gama valorado en 700 euros, aunque no consiguió su objetivo al percatarse el dependiente del engaño.
Con esa misma fotocopia, intentó dos días más tarde solicitar un cheque bancario de 10.000 euros y disponer de 500 euros en un banco de la capital, lo que tampoco pudo hacer al no admitir en la oficina bancaria el uso de una fotocopia del DNI para las operaciones. Media hora después acudió a otra sucursal del mismo banco para tratar de obtener 1.000 euros, si bien falló en su propósito al saltar la alerta informática.