La empresa pública 'Gestión de Aguas del Levante Almeriense' (Galasa) ha comunicado que el agua con el que abastece a once municipios de la provincia no es apta para el consumo por alto nivel de un compuesto orgánico identificado como THM y ha anunciado que la solución técnica al problema es la construcción de una planta, cuyo plazo de ejecución es de dos meses.
En un comunicado publicado en su página web, Galasa indica que las fuertes riadas registradas en la zona a finales de septiembre de 2012 provocaron la inutilización "por completo" de las infraestructuras de aducción que van desde los sistemas Tajo-Segura y Negratín hasta la planta potabilizadora de Galasa situada a pie de la presa de Cuevas del Almanzora.
Esta circunstancia ha obligado en estos meses, según la empresa, al uso con destino al abastecimiento de los municipios del Levante Almeriense del agua almacenada en el propio embalse de Cuevas del Almanzora, que recibió aportes como consecuencia de las avenidas de agua. Los afectados son Antas, Arboleas, Bédar, Carboneras, Cuevas del Almanzora, Garrucha, Huércal-Overa, Los Gallardos, Mojácar, Pulpí y Zurgena.
Desde entonces, según subraya, Galasa ha adaptado los procesos de tratamiento y potabilización a las nuevas características físico-químicas del agua, manteniendo así la misma garantía sanitaria que hasta ese momento.
Sin embargo, los resultados obtenidos en los últimos análisis realizados en el pasado mes de mayo han arrojado un incremento del nivel de trihalometanos (THM) "ligeramente por encima" del valor paramétrico autorizado en el RD 140/2003 --115 microgramos/litro frente a 100--.
Esto, señala Galasa, ha hecho "necesario" adoptar medidas que corrijan esta situación ya que con las instalaciones disponibles "no es posible aplicar el tratamiento requerido para reducir el nivel de THM". Advierte, no obstante de que el propio RD 140/2003 autorizó hasta el año 2009 un nivel máximo de THM de hasta 150 microgramos/litro.
La empresa ha comunicado que la solución técnica adoptada es la de la ejecución de una planta de generación de dióxido de cloro para el control de los THM ya que es una tecnología cuya eficacia para este fin está contrastada en otras zonas geográficas donde se ha presentado esta incidencia, tanto dentro como fuera de Andalucía.
La construcción de esta planta ya se encuentra iniciada y su plazo de ejecución es de dos meses. De esta situación ha sido informada la Autoridad Sanitaria a través de la Delegación Territorial de Almería, quien ha resuelto que no hay riesgo para la salud, autorizando la totalidad los usos domésticos del agua, incluyendo el aseo personal, excepto la ingesta, según ha remarcado.
Desde Galasa, cuyo accionista mayoritario es la Diputación Provincial de Almería, han trasladado disculpas por las molestias que esta situación en la calidad de agua, "transitoria y excepcional".