Unos 3.500 migrantes han llegado a Almería en 2023 en pateras o embarcaciones precarias, lo que supone duplicar los datos del año pasado, según ha explicado a EFE el coordinador de Cruz Roja en Almería, Francisco Vicente.
“Están siendo unas semanas muy intensas. Durante el mes de julio hemos atendido a tres veces más personas que en mes de julio pasado. Hemos tenido a más de 1.500 personas entre julio y los días que llevamos de agosto”, asegura.
Sólo entre el viernes de la semana pasada y este martes, Cruz Roja tuvo un total de 31 intervenciones con un total de 284 migrantes en el Centro de Atención Temporal de Extranjeros (CATE) del puerto de Almería.
Vicente considera que es “pronto” para definir una tendencia clara, ya que “los meses de julio, agosto, septiembre y octubre suelen ser meses de llegada de pateras por la mejora del tiempo, de la mar”.
“Será difícil estimar (un posible aumento) pero es verdad que a la fecha de hoy, en comparativa con el año 2022, llevamos casi el doble de personas, unas 3.500 personas atendidas”, cuando en 2022 fueron unas 1.900 en la misma fecha.
“Más allá de los datos este esta semana esta última semana el voluntariado de de Cruz Roja, más de cien personas entre el personal técnico y personal voluntario, ha tenido que activarse para atender humanitariamente y sanitariamente a estas personas que arriesgan su vida. Detrás de estos números hay muchos dramas”, dice el coordinador de Cruz Roja.
“Hay familias, hay persecución, hay miedo… Al final hay personas detrás de estas cifras tan tan alarmantes”, incide.
Vicente señala que el perfil mayoritario de migrantes que llegan a Almería son magrebíes, especialmente argelinos, aunque se ha detectado un “cambio de tendencia” con la incipiente llegada de más mujeres y niños, algo hasta ahora poco habitual en las pateras con este origen.
“Lo que más nos preocupa es que está aumentando el número de naufragios, ya que llegan a costa, suele tirarse al agua y está habiendo más naufragios, más desaparecidos, que eso sí que nos preocupa desde Cruz Roja”, lamenta.
Con todo, aunque reconoce que el voluntariado de Cruz Roja está “cansado”, sostiene que también “está fuerte y preparado para poder atender humanitariamente” a estas personas “como corresponde. “Los meses de agosto a agosto y septiembre, octubre siempre suelen ser fuertes, pero ahí estamos, intentando atender humanitariamente a todas estas personas que arriesgan su vida”, concluye.
SITUACIÓN POLICIAL
Por su parte, el coordinador nacional de pateras del sindicato policial Jupol en Almería, Héctor Gómez, asegura que son ya “casi dos meses y medio largos en los que están creciendo las pateras todos los días”. “El CATE (Centro de Atención Temporal de Extranjeros) no se ha cerrado en casi mes y medio. Entran y salen. Se ponen en libertad y llegan otros 50 o 40”, asevera.
Apunta que esto se debe a que llegan “pateras muy grandes” con mínimo 20 personas a bordo, principalmente argelinos, y subraya que el problema es que “no hay policías suficientes”.
“Han tenido que sacar, como siempre, a policías de la calle, de los ‘Zetas’, de Seguridad Ciudadana… Muchas mañanas, e incluso noches, no ha habido coches en las calles”, mantiene.
A esto se suma, asegura, un recorte del 30 % de la plantilla debido a la marcha de los agentes en prácticas y a las incorporaciones “por tandas” del resto de policías, toda vez que subraya la falta de personal por un catálogo de puestos de trabajo “obsoleto por que es del año 1989”.
