Estamos ante un claro caso de cómo el texto de un artículo no puede estar a la altura de este titular. La exclamación, que encabeza estas líneas, es la pronunciada por una curiosa vecina gaditana, que hace un alto en su camino ayudada por un andador, para escuchar la entradilla que la periodista de 7TV Cádiz, Beatriz Anillo, hizo el miércoles en la puerta del Palacio Provincial tras la toma de posesión de la nueva presidenta de la Diputación. La observadora, con vestido negro y lunares blancos, collar y pendientes de perlas y a poco más de un metro de la reportera, aguarda a que ésta culmine su acertado
speech para expresarle su admiración por el trabajo bien hecho con un ¡ole tu coño!
Esa maravillosa secuencia tuvo una difusión masiva, lo que ahora se conoce como viralizada a través de las redes sociales, y los medios de comunicación tradicionales. El genuino y espontáneo ingenio gaditano lo ha vuelto a hacer. Otra vez. La enésima. En este sentido, no puedo olvidar aquellas portadas del
Viva Cádiz, el periódico gratuito de Publicaciones del Sur, que aún se recuerdan en la capital del Gran Teatro Falla. Aquellos titulares de primera página, en los que periodistas como Mauricio Navascués y Paco Montero estuvieron realmente sembrados de gracia e ingenio. El 54% de los gaditanos hace el amor con los calcetines puestos, decía uno de esos titulares, mientras que el subtítulo afirmaba que, según un estudio universitario, llevar esa prenda en los pies favorecía el orgasmo. Sin olvidar, por supuesto, aquel que señalaba que la mantequilla le ganaba la partida al aceite en las tostadas gaditanas o aquella operación policial contra la venta ilegal de pasteles en la playa, que había supuesto la incautación de 49 palmeras de chocolate y 35 carmelas de crema. Un rosario de inventiva e imaginación que bien merece el trabajo fin de grado de alguna facultad de comunicación. Sin olvidar aquel primer plano de un ave al que acompañaba el siguiente titular: el último pato del parque se resiste a ser desalojado. Cada vez que detecta que van a por él, echa a volar y escapa.
El ingenio en la calle o en la hemeroteca es la seña de identidad del
gadita. Probablemente, si hubieran dedicado esa habilidad a la aeronáutica sería el Silicon Valley de la industria, pero no sería Cádiz. ¿Qué le dicen ahora por la calle a mi compañera Beatriz? ¡Ole tu coño! Pues eso.