El curso cultural comienza en Sevilla con la mirada puesta en el proyecto de las Atarazanas que, de no torcerse nada más, echará a andar ya este mes de "septiembre u octubre". La consejera de Cultura, Patricia Del Pozo, no oculta ni su confianza ni su cautela (ambas cosas compatibles cuando de procedimientos administrativos se trata) en que la recta final permita rubricar el acuerdo a tres bandas (Junta, Caixa y Fundación Cajasol), como muy tarde, en octubre para que las máquinas y primeros movimientos se vean ya en los antiguos astilleros antes de que termine el año, lo cual supondría cumplir con el último compromiso de Del Pozo en relación a este proyecto: que 2021 sea el año de las Atarazanas.
El proyecto está en manos de la Gerencia de Urbanismo, aclaran fuentes de la Consejería, para la obtención de la licencia y La Caixa, promotora de la obra, ya ha entablado contactos para ver el interés que despierta este proyecto en el sector empresarial. A finales de julio de 2019, el diseño del arquitecto Guillermo Vázquez Consuegra pasó por la Comisión de Patrimonio Histórico, que emitió un dictamen “positivo” con consideraciones a incorporar.
El desbloqueo de este proyecto sería no sólo una noticia de primer nivel patrimonial y cultural sino de gran impacto en el ámbito económico. Una inversión de primer orden para apuntalar la recuperación económica tras la pandemia.
Está el dinero ya comprometido por parte de la Junta y de La Caixa: 16 millones en total, de los cuales 10,8 corren a cuenta de la entidad financiera. La Junta tiene reservados algo más de siete millones de euros.