Los chiringuitos de las costas gaditanas apuestan por la música en directo, en un verano que se presume frenético en este aspecto.
Aún no hemos entrado en el mes de julio y ya son varios los establecimientos costeros que apuestan por programaciones semanales de directos. Música todos los días para el disfrute de una clientela que lo agradece, permaneciendo más horas en las mesas y por tanto ampliando las recaudaciones.
Uno de estos chiringuitos es La Kalima, ubicado en la paradisiaca playa de Cala Isabel, coloquialmente conocida como La Aceitera, en Zahora, Barbate.
Desde la Kalima apuestan, sin fisuras, por una programación de conciertos de lunes a domingo. Esta semana pasada ya se inició este maratón de directos con diferentes bandas, dúos y solistas que hicieron las delicias de los asistentes.
Todo comenzó el pasado lunes, 14 de junio, con la actuación de El Torrán de Jerez y su flamenco fusión. Le siguió el martes con la presencia en el escenario de los argentinos Matías Valencia y Zurdo Mendoza, toda una experiencia musical de la mano del rock y el pop más internacional. Para el miércoles se programó a Reyes y Agustín, con un repertorio de grandes clásicos en acústico. El jueves de nuevo flamenco de calidad, con Carmen y Miguel.
El fin de semana nos guardaba tres actuaciones muy apetecibles, el viernes la de los locales Acoustic Covers Band y sus versiones de pop y rock. El sábado los presentes disfrutaron con el rock de Perro Verde y el domingo, y como guinda al pastel semanal, la actuación del grupo sevillano Avanti, en su formato acústico, con la guitarra de Damián Guitar y la voz y desparpajo en el escenario de Casimiro Relinque, líder de la formación que tributa al maestro sevillano Silvio Fernandez Melgarejo, además de desarrollar su repertorio de temas propios y otros éxitos de diferentes rockeros como Miguel Ríos o Loquillo.
Desde la dirección de La Kalima aseguraron a #CadizSuenaBien que la idea es seguir haciendo conciertos los siete días de la semana durante todo el verano. Una noticia que se acoge con alegría por los miles de veraneantes de la zona, a los que les gusta y divierte presenciar conciertos a la mágica hora de la puesta de sol.
Que no pare la música, tampoco en los Chiringuitos playeros.
