Antes de que se constituyera como Autónomos Unidos, los impulsores de la organización se echaron a la calle, en plena desescalada, a principios de mayo del año pasado, para advertir de las dificultades por las que atravesaba el sector tras la suspensión de la actividad. Alfonso Cerrato, de Chiclana, lideró el movimiento y, sin descuidar su negocio, saca horas de donde no las hay para mantener una frenética agenda institucional para reivindicar ayudas directas y urgentes para todos los trabajadores por cuenta propia y pymes que lo están pasando mal. Crítico con la gestión del Gobierno y de la Junta de Andalucía hasta ahora, confía en que las administraciones rectifiquen, incrementen recursos y garanticen su reparto. Porque Cerrato es optimista. A diferencia de la crisis financiera de 2008, prevé una recuperación rápida si se juegan bien las cartas y se aprovechan los fondos europeos. “Cuanto más dinero se mueva, más fácil será salir de esto”, sostiene.
El Consejo de Ministros modificó este martes el decreto de ayudas directas pero los fondos no llegarán a las comunidades hasta mayo y hay que abrir convocatorias. ¿Va tarde el Gobierno?
–Llega muy tarde. Las ayudas tienen que ser directas y urgentes y tienen que llegar a todos porque mucha gente no está recibiendo nada porque debe un recibo de la Seguridad Social o alguna cuota.
Pero algún tope habrá que poner.
–Es muy difícil calcular quién estaba o no en quiebra antes de la pandemia. Hay que tener en cuenta, también, que la actividad económica comenzó a pararse en enero de 2020.
Los fondos serán repartidos por las comunidades. ¿Le parece bien?
–Me da igual quien los reparta, pero que lleguen a los autónomos.
¿Han funcionado el resto de medidas del Gobierno?
–El cese de actividad se ha quedado corto y el tipo de interés de los créditos ICO, un dos y pico, es es alto; debería estar casi a ras, a cero, se trata de una ayuda, no de que los bancos hagan negocio y ganen dinero a costa de los autónomos, los grandes perdedores de la pandemia.
Cada comunidad autónoma ha dispuesto sus propias ayudas. ¿Cómo se ha portado Andalucía?
–Andalucía ha quedado muy por debajo del resto de las comunidades. Aquí los autónomos han recibido una media de 170 euros y, por ejemplo, en La Rioja, aunque sea una región pequeñita, unos 1.000. En Cataluña, parecida en población y número de autónomos, hay una diferencia mayor. Ahora la Junta parece que trata de enmendar los errores.
¿Y los ayuntamientos?
–En el ámbito local, muy pocos municipios están dando ayudas, igual que las diputaciones. En algún caso, algún Ayuntamiento te bonifica 20 euros del recibo de la tasa de recogida de basura pero, si pagas al mes entre 60 y 80, no es dinero.
El tipo de interés de los créditos ICO es alto; se trata de una ayuda, no de que los bancos hagan negocio”
¿Ha sido Andalucía especialmente restrictiva en sus medidas anti Covid?
–Ha habido otras comunidades más restrictivas como, por ejemplo, Castilla yLeón.
¿Os han perjudicado más las restricciones de aforo y horario o los cierres perimetrales de provincias y municipios?
–Depende, pero si el negocio ha vivido de la clientela local, el cierre perimetral afecta menos. El problema es cerrar a las tres de la tarde y no volver a abrir. El cierre perimetral incluso ha beneficiado a algunos. Pero el adelanto de la hora del cierre nos ha fastidiado a todos. La población ha salido menos, hay miedo al Covid y se ha gastado menos, de hecho, la tasa de ahorro se ha incrementado en 2020 un 14,8%.
¿Hay buenas expectativas a corto y medio plazo?
–Si las administraciones nos ayudan y nos ayudan bien, el repunte de la actividad puede ser más rápido que tras la crisis de 2008. La crisis de 2008 se debió a la explosión de una burbuja financiera. Pero los bancos tienen solvencia ahora. Y, aparte de eso, la Unión Europea (UE) también va ayudar con 140.000 millones, con lo que se podrá hacer muchas cosas. Cuanto más dinero se mueva, mejor, más fácil será salir de esto. En 2008, no tuvimos esa ayuda.
¿Se podrá recuperar el tejido productivo arrasado por la crisis?
–Habría que plantear un plan de rescate para apoyar a las empresas que vayan a cerrar pero puedan ser viables en el futuro. No se trata de invertir en quien está bien, sino en el que lo está pasando mal, el que está a punto de cerrar.
El cierre de Airbus es mala noticia también para autónomos y pymes.
–Cualquier cierre de una gran empresa perjudica a los autónomos. Si cierra, muchas pymes cerrarán también.
Muchos autónomos se están quedando sin fondos por deber un recibo a la Seguridad Social”
¿Os afecta la inestabilidad política?
–Personalmente lo que siento es que el político está pensando más en los votos que en el autónomos. No es otra cosa. Escuchas los problemas de los que están hablando y son sus problemas, no los de los autónomos. No están unidos para combatir la pandemia y para dar soluciones al colectivo, cada uno está por su lado en lugar de unirse y conseguir soluciones más rápidas.
Su organización es combativa.
–Nacimos con la pandemia, fuimos los primeros en salir a la calle, tenemos contactos con todos los partidos pero no estamos politizados como otras organizaciones, el trabajo que hacemos es con nuestro propio dinero, sin subvenciones, y estamos ya en 30 provincias. Crecemos y no vamos a parar.
