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Jerez

Paco Collantes ya tiene un campo de fútbol con su nombre en el Club Más Pádel Jerez

Amigos, compañeros del mundo del fútbol y familiares recordaron a su capitán en un homenaje “por los grandes momentos vividos en tu campo"

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Detalle del nuevo nombre del campo de fútbol 7 del Club Más Pádel Jerez.

Uno de los equipos participantes.

Otro de los equipos que tomaron parte en este homenaje.

Foto de familia de todos los equipos de amigos y compañeros de Paco.

Placa conmemorativa dedicada a Collantes.

Desde que un fatídico accidente laboral acabase con su vida a finales de noviembre, los homenajes no han cesado para Paco Collantes, el exjugador jerezano de las canteras del Xerez CD y Flamenco CF y como amateur en varios equipos de la comarca como CD Rota, La Roteña y Guadalcacín, entre otros, y muy querido en el mundo del fútbol jerezano. El último se producía hace solo unos días, gracias a una iniciativa del ex xerecista Jesús Mendoza, amigo personal de Collantes, y con el que seguía reuniéndose regularmente para disfrutar del deporte que los unió.

Si había un punto de encuentro casi obligado para él y su grupo de incondicionales del fútbol todas las semanas en los últimos años, ese era el campo de fútbol 7 del Club Más Pádel Jerez, el mismo que acaba de estrenar nueva denominación tras pasar a llamarse Paco Collantes ‘Tato’, como así era conocido cariñosamente en su círculo de amigos y compañeros que tanto lo echan de menos. 

La relación de Collantes, Tania, su viuda, y su hija Lola, con las instalaciones del Pago San José, siempre fue muy estrecha, y por eso los encargados del club se volcaron desde el primer momento en el que se les planteó la posibilidad de dar forma a este reconocimiento al exfutbolista jerezano. “Han dado todas las facilidades y se han volcado”, señalan desde su entorno más directo.

Tras descubrir una placa conmemorativa a la entrada de las instalaciones “por los grandes momentos vividos en tu campo”, su familia y su “equipo” rindieron tributo a su capitán como saben que mejor le hubiera gustado: reuniéndose para jugar al fútbol y dedicándole todos los goles vestidos con camisetas que llevaban su nombre y, por supuesto, el número 10, para recordarle una vez más –y nunca serán suficientes- que “jamás te olvidaremos”.

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