“Al-Ándalus Féminas Fútbol Club fue fundado el 14 de febrero de 2015 por aficionadas/os, técnicos y jugadoras en activo que, preocupados por la complicada situación de nuestro fútbol, impulsaron la creación de un club exclusivamente femenino que recogiera y abrazara a todas las jugadoras, técnicos y aficionados/as huérfanos de apoyo y con un nexo común e innegociable, la pasión por el fútbol”. Esta es la carta de presentación del Al-Ándalus en sus redes sociales, un club con un objetivo claro: poner en valor el fútbol femenino.
Este proyecto de equipo exclusivamente femenino comienza, según Abraham Pavia, directivo y entrenador del club, porque “conocía a varias jugadoras de un equipo del Portuense que se pusieron en contacto conmigo porque se sentían desamparadas. Les empecé a echar una mano allí y decidieron que no querían continuar. Se decidió dar el paso de crear un club que se marcó como objetivo solo para fútbol femenino. Ahora, Anna Zamudio y yo estamos trabajando día y noche para llevar esto adelante”.
Zamudio, ahora también directiva y entrenadora, era una de aquellas jugadoras: “Era la típica situación que sufrimos las mujeres en el fútbol. Las sénior pagábamos y los hombres no. Ellos tenían derecho a autobús y nosotras no. Era una serie de injusticias que no veíamos bien. Creamos el club un poco a modo de locura para darle una oportunidad a las niñas de lo que nosotras no tuvimos oportunidad de hacer. A mí desde chica me gustó el fútbol pero nunca tuve la oportunidad. Nos pareció una bonita idea. Sacamos el sénior y luego sacamos a las más pequeñas y luego el equipo cadete”.
“Empezamos a entrenar con 6 jugadoras”, comenta Abraham. “A día de hoy estamos en 65 jugadoras. Antes para buscar íbamos a los colegios. Ahora es raro el mes que no te llama un padre para apuntar a alguna jugadora”.
En el club quieren acabar con ese estigma o tabú de que el fútbol no es un deporte de niñas. Anna Zamudio es un ejemplo de esto porque “yo he sufrido el ser la rara cuando decía que me gustaba el fútbol. Al principio ni me dejaban jugar en el recreo. Queremos que se normalice. Que si a una niña le gusta que no se sienta rara. Por suerte en mi casa nunca he tenido ese problema pero considero que hay muchas niñas que cuando se lo tienen que decir a sus padres muchas veces se lo piensan por el qué dirán. Pero queremos que se sientan arropadas porque perfectamente somos válidas”.
Ambos directivos coinciden en que el fútbol femenino se va normalizando poco a poco. “Queda mucho por hacer, pero se está normalizando”, comenta Anna, que destaca que cuando entrena con su equipo y comparte campo con un equipo de niños “no hay miradas de extrañeza. Se ve normal”. Se alegran porque cada vez hay un mayor número de solicitudes pero también destacan que para los que esto es un tabú es para los padres, que poco a poco “se van quitando la venda” pero que “veíamos que eran ellos los que no querían. El tabú era que el deporte era más físico, de contacto y daba más miedo. Pero la visibilidad que está teniendo hace que se vaya normailzando”, cuenta Abraham.
Letty es una de las jugadoras del primer equipo del Al-Ándalus. Estuvo desde el principio y ahora ve “con mucho orgullo” como cada vez hay más niñas en el club. “Este club te lo da todo y tiene muchas ganas de seguir creciendo. Porque otra cosa no sé, pero a ganas no nos gana nadie”.
Para la futbolista se le está dando “mucha más importancia al fútbol femenino de un tiempo para acá. Poner la Final de Copa en la tele, por ejemplo, da visibilidad. Hasta que no se ha visto no ha empezado la gente a querer informares e intresarse”.
Actualmente, el Al-Ándalus es un equipo perteneciente al organigrama de club del Xerez Deportivo FC. El primer equipo juega con la equipación xerecista azul-blanco-azul, pero el color original del club, con el que siguen jugando las categorías inferiores, es el morado. “Independientemente de que el morado sea el color de la lucha de la mujer”, comentan, “elegimos el color para que no coincidiera con otros equipos y no tener que cambiar de equipación. Era un color que reunía todo lo que queríamos: la imagen de la mujer, el feminismo y economizar”.
Como a todos, el Covid ha afectado a todo lo concerniente al club. “Empezamos un poco irregular porque no se pudo hacer pretemporada y teníamos gente nueva que no pudimos adaptar. Los entrenamientos y la preparación han sido más complicados que en otros años. La pretemporada, donde empiezas a formar el equipo y metes conceptos, se ha hecho durante la temporada. Todo más complicado”.
Filial del Xerez Deportivo FC
Hace unos años el Al-Ándalus firmaba un acuerdo de filialidad con el Xerez DFC. Ahora, juegan con los escudos de ambos clubes en sus camisetas. Desde el club ven muy positivamente este acuerdo porque “nos beneficia en imagen y afición. La afición del Xerez nos siente como un equipo más y se manifiesta en el apoyo con venta de carnets de simpatizante y los partidos de local vienen a vernos. Es para quitarse el sombrero con ellos, nos han acogido”.