“Indignados”, “perplejos” y dispuestos a “salir a la calle si no nos dan una solución”. Así se sienten los vecinos de la barriada de Las Torres, uno de los colectivos ‘damnificados’ por el bloqueo por parte de la oposición de una partida presupuestaria de tres millones de euros en el Pleno del pasado jueves. Así lo asegura el presidente de la asociación de vecinos Bellos Horizontes, Francisco Jiménez, que reconoce que ya contaban con el voto en contra del PP. “Ese no nos sorprende”, señala. Otra cuestión es la postura de Adelante Jerez, tras oponerse, y la abstención de Ganemos. Una falta de respaldo que escenifica la ruptura del Gobierno local del PSOE con sus socios naturales.
En el caso de Las Torres, estos votos negativos afectan directamente a la inversión de 400.000 euros de la reforma integral prevista para este barrio tras 20 años de espera y cuyo inicio estaba previsto para el mes de mayo, apunta Jiménez, visiblemente enfadado.
“Llevamos 20 años con esta reivindicación. Este barrio nació en los años 50 y desde entonces aquí no se ha tocado nada. Llevo como presidente de la asociación ocho años y cuando llegué ya se estaba reivindicando esta obra. Tenemos aquí un centro de mayores, y aquí a la gente le da miedo andar por la calle porque se cae; todos los días recogemos a gente del suelo. ¿Qué hacemos ahora con esto?", manifiesta, tras mostrarse incrédulo por la postura de Adelante Jerez. “Que la izquierda de la ciudad haga esto”, se lamenta.
Tampoco entiende Jiménez el sentido del voto negativo de Ciudadanos, a quien también ha pedido hoy explicaciones, como también lo ha intentado con el portavoz de Adelante Jerez, Raúl Ruiz-Berdejo. “Ciudadanos ha venido aquí a la barriada 20 veces, a decirnos que está de nuestro lado, y que luego en el Pleno tire todo abajo".
“No hay derecho a que después de 20 años nos lo tiren todo de golpe y porrazo por un capricho de unas personas que no piensan nada más que en ellos; no están pensando en los ciudadanos. No lo entiendo cuando estamos hablando de trabajo para Jerez”, señala, acusando a la coalición de Podemos e Izquierda Unida de “castigar” al Gobierno local con este voto en contra “como castigo y represalia” anteponiendo los intereses de sus partidos a los de la ciudadanía.