La plantilla del Sevilla retomó en la matinal de este domingo los entrenamientos sin tiempo a lamentarse demasiado de la derrota en la tarde del sábado en Bilbao (2-1), la tercera consecutiva en LaLiga, y se centra en la cita del próximo miércoles en el Sánchez Pizjuán ante el Krasnodar ruso en la tercera jornada de la fase de grupos de la Liga de Campeones.
El equipo de Julen Lopetegui ha entrado en un evidente bache en el torneo doméstico, en el que ha sumado un punto de los últimos doce disputados, lo que contrasta con la buena marcha en la máxima competición continental, en la que colidera el grupo E con el Chelsea inglés, ambos con cuatro puntos en dos partidos.
Los futbolistas se ejercitaron en la ciudad deportiva y la sesión la presenció el presidente y vicepresidente del club, José Castro y José María del Nido Carrasco, respectivamente, además del director deportivo de la entidad, Ramón Rodríguez 'Monchi', y algunos de sus colaboradores.
Esta presencia se intuye como una iniciativa de unión de todos los estamentos para arropar a un equipo con algo de estrés por la saturación de partidos y la intensidad de los mismos desde que inició el curso.
La plantilla al completo saltó al césped para atender a la charla inicial de Lopetegui, para, a partir de ahí, llevar a cabo la rutina inicial de los entrenamientos de recuperación, en la que los titulares en San Mamés se marcharon al gimnasio, mientras que el resto se quedó ejercitándose sobre la hierba, informó el club en un comunicado.
El Sevilla afronta el miércoles un partido, en el que, si logra la victoria, tras el empate en Londres ante el Chelsea (0-0) y el triunfo local ante el Rennes francés (1-0), podría dejar muy encarrilado en el ecuador de la fase de grupos su pase a la ronda de octavos.