Antes de la llegada de esta pandemia, la economía jiennense ya mostraba signos de cierta desaceleración y, pese a su mejora en los últimos años, aún estaba lejos aún de la convergencia con España y Europa. La bajada en el número de matriculaciones de vehículos, la caída del número de afiliaciones a la Seguridad Social, el crecimiento del número de personas paradas o los precios ruinosos del aceite de oliva eran indicadores que justificaban esa inquietud. Ahora bien, cuando la normalidad empiece a instalarse poco a poco en nuestra vida diaria, ¿qué ocurrirá con la economía jiennense? Pese a la nebulosa que se divisa en el horizonte más cercano, en el desierto, también despuntan ya algunos brotes verdes .
Uno de los subsectores más amenazado es el del turismo. Las restricciones de movimientos, que aún permanecerán durante algún tiempo, la pérdida de poder adquisitivo, de quienes hayan visto reducirse sus rentas, o el propio miedo a viajar son factores que sin duda harán mella en un subsector productivo con peso en nuestra economía. Sin embargo, un factor que puede jugar a favor del turismo jiennense es que quienes visitan la provincia son, en su mayor parte, turistas nacionales y que nuestro destino no está masificado. “Lo que en otros momentos ha podido ser una debilidad, en la actualidad puede convertirse en una fortaleza”, asegura Inmaculada Herrador, directora de la Oficina Técnica del II Plan Estratégico de Jaén. El 86,3% de las personas hospedadas en Jaén en 2019 procedían de España (este porcentaje es del 52,9 de media en Andalucía y del 48,5 en el conjunto nacional), por lo que en Jaén la dependencia será menor del turismo extranjero que, sin duda, será el que más cueste recuperar tras la crisis.
De otro lado, el sector agroalimentario jiennense, con un peso muy importante en la economía provincial será, probablemente, el que menos se vea afectado en los próximos meses por la reducción del consumo, ya que no ha sufrido el parón de otros subsectores, porque cubre necesidades básicas y, en el caso del aceite de oliva, por tener actualmente un precio que, aunque ruinoso para los pequeños productores, hace que no se invite a los consumidores a optar por otras grasas vegetales. Precisamente, el primer Informe Anual de Coyuntura del Sector Oleícola que ha sido publicado por la Cátedra Caja Rural de Jaén José Luis García-Lomas Hernández de Economía, Comercialización y Cooperativismo Oleícola de la Universidad de Jaén (UJA) y que dirige el profesor Manuel Parras, apunta al estancamiento de la demanda mundial, debido a la reducción del consumo en los principales países productores, como la causa principal de esta crisis de precios. Y en otro apartado, José Domingo Sánchez, Vicente Gallego, Juan Carlos Rodríguez Cohard y Antonio Garrido Almonacid, analizan la expansión del olivar y de los tipos de negocio: “El incremento del consumo ha reforzado las áreas productivas tradicionales y ha hecho aparecer oras nuevas que tratan de aprovechar sus ventajas competitivas para sustituir importaciones o beneficiarse de la exportación. Y junto a la expansión superficial se ha asistido también a una verdadera revolución tecnológica que ha puesto a punto modelos productivos más eficientes”.
En este sentido, las organizaciones agrarias Asaja, COAG, UPA, junto a Cooperativas Agro-alimentarias han anunciado su intención de retomar, en cuanto la situación sanitaria lo permita, las movilizaciones aplazadas el pasado 10 de marzo por el coronavirus. “Seguimos en un estado de movilización permanente y el sector continuará con las movilizaciones hasta que se comience a vislumbrar una recuperación de las cotizaciones y soluciones al problema estructural que sufrimos desde hace dos años”, han indicado en una nota conjunta.
En cambio, el último Boletín Informativo del II Plan Estratégico de Jaén advierte de que la industria se verá afectada por la reducción del consumo, asociada a unas menores rentas, a la incertidumbre y las expectativas negativas de la economía. El sector del plástico vinculado a la automoción, el de la madera o el de la arcilla van a notar más la caída de la demanda. La construcción también se puede ver afectada ya que la incertidumbre y las expectativas negativas hacen posponer las decisiones de inversión, pero este es un sector que ya sufrió un tremendo ajuste en la anterior crisis. En 2008 trabajaban en la obra casi 30.500 jiennenses frente a los 12.300 de 2019.
Por otro lado, el colectivo GEA ha propuesto u medidas medioambientales para mejorar la calidad de vida. La asociación insta a la puesta en valor de los espacios naturales más emblemáticos de la capital, como los Cañones de Rio Frío, los parques periurbanos de La Cañada de la Hazadilla y Santa Catalina o los ríos de Jaén y sus vegas. Y en la provincia destaca las fortalezas de los cuatro parques naturales o la biodiversidad que se concentra en las 600.000 hectáreas del bosque de olivar. “Esta crisis sanitaria va a traer la revalorización de los espacios naturales de la provincia”, asegura Manuel Ruiz, presidente de GEA.
Plan Turístico de Grandes Ciudades de Jaén
De otro lado, el Plan Turístico de Grandes Ciudades de Jaén, aprobado en el último Consejo de Gobierno y que se publica hoy lunes en el BOJA, contempla seis iniciativas que cuentan con una inversión de 500.000 euros, cofinanciados entre Junta de Andalucía y Ayuntamiento de la capital. Son medidas que, según ha señalado la delegada territorial de Turismo, Raquel Morales, recogen las inquietudes de organizaciones empresariales, sindicales y de entidades que tienen participación de forma activa en la provincia. Las iniciativas se concretarán en el convenio que en los próximos meses deben firmar ambas administraciones, que recogerá, también, el cronograma de ejecución de estas acciones. La puesta en valor de recursos turísticos, el impulso a la accesibilidad universal, la construcción de una imagen turística propia, la implicación de los actores turísticos locales, incorporando la calidad como eje fundamental de su estrategia competitiva, la desestacionalización o la innovación turística son algunas de las acciones que se desarrollarán en el marco de este plan que tendrá una vigencia de cuatro años. “El turismo, sin duda, va a ser decisivo en que Andalucía y Jaén salgan lo antes posible de esta crisis. Por ello, consideramos que este plan puede ser una herramienta para poner en valor toda la potencialidad del destino Jaén, ha señalado la delegada de Turismo en Jaén, que ha puesto en valor la colaboración entre administraciones que ha existido para sacar adelante este plan.