Los doce campings con los que cuenta la provincia de Huelva permanecen cerrados por el estado de alarma derivado de la pandemia del coronavirus en nuestro país, aunque dos de ellos cuentan con servicios mínimos debido a que unos 20 turistas extranjeros de larga estancia permanencen confinados en sus instalaciones ya que, de momento, no pueden regresar a sus países.
Así, aunque estos dos campings -Playa La Bota de Punta Umbría y camping Giralda de Isla Cristina- en la práctica permanecen cerrados ya que no admiten reservas, atienden a varias familias de turistas extranjeros -clientes de temporada- de Francia, Alemania, Holanda y Reino Unido que, de momento y hasta que se levante el confinamiento decretado por el Gobierno, tendrán que permanecer allí.
En este sentido, según han indicado a Europa Press desde el camping Playa La Bota, en sus instalaciones se encuentran cuatro familias de Francia y de Alemania -un total de ocho personas- y, aunque una de las alemanas ha tratado de volver a su país, desde la embajada "le han aconsejado que permanezcan allí" por la situación actual y por "las nevadas que se están produciendo en Alemania" ya que "van en autocaravana". Por esto, en este camping mantienen el servicio mínimo de vigilancia y atención a sus clientes.
Por su parte, según han señalado a Europa Press desde el camping Giralda de Isla Cristina, están realizando un "desalojo progresivo" aunque tienen aún a diez clientes de Reino Unido, Alemania y Holanda confinados en sus instalaciones, pero la intención es que "en el momento que ellos puedan se vayan marchando y se desalojen el camping".
En este sentido, han indicado que algunos tienen el billete del ferry a Inglaterra a mediados de abril y, mientras tanto, mantienen unos servicios mínimos para "atenderlos en estos momentos tan delicados", ya que son clientes "de avanzada edad" y algunos tienen "problemas de salud" por lo que "es difícil que realicen viajes tan largos" motivo por el que les han asignado bungalows para que cumplan con este confinamiento "como están haciendo todos los ciudadanos en sus casas", de tal manera que "solo salen para realizar sus compras".
De momento, las instalaciones de estos campamentos se mantienen cerradas, incluyendo las zonas comunes para que los clientes tengan contacto y evitar así el contagio, pero prosiguen con este servicio dentro de los supuestos que recoge el decreto que ordenaba el cierre de los hoteles y complejos turísticos por la pandemia del coronavirus, que permitía seguir alojando en su interior a los clientes de temporada.