Agentes de la Policía Nacional en Sevilla han detenido en el marco de dos operaciones policiales diferentes a dos personas de 37 y 18 años de edad respectivamente, por insultar, amenazar gravemente y tratar de agredir a profesionales del Hospital Virgen de Valme. Estas detenciones son el resultado de la respuesta policial frente a este tipo de agresiones. En una de ellas se intervino al detenido una navaja con la que amenazó al facultativo. En la otra, se evito que la agresión llegara a producirse gracias a la pronta intervención del personal de seguridad privada que se encontraba en el lugar de los hechos.
El primero de los hechos se remonta al pasado 27 de octubre, cuando el ahora detenido, que responde a las iniciales F.J.F.R., se presentó en el hospital con una herida profunda en la lengua, teniendo que ser derivado a la unidad especializada de cirugía máxilofacial de otro hospital.
Esto motivó en el paciente un estado de excitación nerviosa y agresiva que desembocó en insultos, amenazas e incluso un intento de agresión al médico de urgencias que le atendía, que no llegó a producirse por la pronta intervención del personal de seguridad privada asignado en ese servicio.
La segunda de las detenciones se llevó a cabo la pasada semana, cuando J.S.H., de 18 años de edad, amenazó al personal sanitario del control de enfermería con un arma blanca posteriormente intervenida.
Sendas investigaciones policiales dieron sus frutos y permitieron la identificación, localización y detención de los autores que junto a los correspondientes atestados pasaron a disposición de la Autoridad Judicial.
La importancia de la denuncia
El Interlocutor Policial Sanitario siempre recuerda a los profesionales de la salud la necesidad de interponer denuncia por aquellas amenazas y agresiones de las que sean víctimas, tanto con ocasión del desempeño de su profesión, como cuando el hecho delictivo se produzca como consecuencia del ejercicio de aquella, ya que solo con la denuncia se tiene conocimiento del hecho y este se puede judicializar a través de la instrucción del correspondiente atestado.
La Policía Nacional cuenta con la figura del Interlocutor Policial Nacional Sanitario que se encarga de coordinar, cooperar, desarrollar y ejecutar las actuaciones relacionadas con cualquier manifestación de violencia o intimidación a personal sanitario. Además, son el punto de contacto permanente con los representantes de los centros médicos, colegios profesionales y autoridades territoriales competentes.