Han pasado once jornadas de liga y hasta la fecha, el Recreativo de Huelva no está ofreciendo el rendimiento que se esperaba al inicio de la competición. Una plantilla escogida entre lo mejor de Segunda división B e incluso Segunda, no está dando la talla como bloque, como equipo y, aunque todavía queda mucha liga por delante, es momento de empezar a cambiar el rumbo o el actual proyecto se puede convertir en una gran decepción o incluso fracaso.
Todavía no se ha llegado a esos extremos ni mucho menos pero Alberto Monteagudo, técnico albiazul y su equipo de ayudantes, tendrán que trabajar mucho en las próximas semanas para cambiar el rumbo de un equipo que no va en el camino adecuado.
Planificación
Y es que mirando jugador por jugador, es poco entendible que el Recre no esté entre los cinco primeros clasificados, ya que cuenta en sus filas con jugadores experimentados y escogidos en su gran mayoría en Segunda B, como son los casos de Isi Ros, Nano González, Sergio Jiménez, Diego Jiménez, Óscar Ramírez, Quique Rivero, Rubén Cruz ó Alberto Quiles entre otros, a los que hay que sumar a otros que no sólo podrían jugar en cualquier equipo de Segunda B, sino incluso en Segunda división como Nauzet, Morcillo ó Chuli.
Pero este Recre a día de hoy no arranca y está funcionando más a nivel individual que colectivo, no está actuando como equipo y aquí radica en el principal problema de por qué no están llegando los resultados. El Decano, después de once jornadas de liga, no ha cuajado un partido completo de 90 minutos y sólo ha jugado a rachas, de gran calidad, pero siempre a rachas y de manera irregular y así no podrá estar entre los mejores de la categoría.
