En la presentación participaron, además del autor, el director de la Refinería, Ramón Segura, y el vicedirector del Instituto de Estudios Campogibraltareños, Eduardo Briones. Por el Ayuntamiento, asistieron el concejal delegado de Cultura, Juan Carlos Galindo, y el teniente de alcalde Ramón Ramírez, quien representó al primer edil, Fernando Palma, ausente por motivos de agenda.
El libro contiene numerosas fotografías e ilustraciones, y en los textos Rízquez no sólo se detiene en las particularidades de las plantas descritas, sino que también introduce otros datos, a veces anecdóticos, que hacen más amena la lectura.En el estudio de campo realizado para la documentación del libro se censaron 106 especies botánicas y 2.725 ejemplares, muchos de ellos con más de 30 años de edad. Así, junto a especies mediterráneas como el algarrobo, se encuentran exotismos como la araucaria, sin olvidar “la joya de la corona”, la población estable de una especie de viborera catalogada “en peligro crítico de extinción” que ha sido localizada en las ruinas del castillo Torre Cartagena.
El concejal Juan Carlos Galindo fue el encargado de presentar el acto, y agradeció el esfuerzo de Cepsa en el mecenazgo de la actividades culturales y ediciones de libros que se realizan en San Roque. A continuación tomó la palabra el director de la Refinería, quien destacó que muchos visitantes se asombran por la gran cantidad
y variedad de plantas que alberga el recinto industrial, una riqueza que ha sido mimada desde siempre por los directivos y el personal de Refinería.
Seguidamente, Briones hizo una presentación del autor, en la que destacó su carácter autodidacta y su afán por conocer, así como su bonhomía y su publicación incansable de artículos en prensa en los que ha profundizado sobre distintos aspectos de la realidad campogibraltareña.
Le llegó el turno a Antonio Rízquez, quien en una corta intervención explicó el contenido del libro, agradeció las colaboraciones recibidas y dijo que “para comprender las cosas lo importante no es ver, sino mirar”, de manera que su trabajo no es más que el fruto de una mirada detallada a la variedad floral de la Refinería. Finalmente, Ramón Ramírez excusó la ausencia del alcalde y recordó la amistad que unía al autor con su padre, también gran amante y estudioso de la naturaleza.
