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Sevilla

La pobreza se enquista en los barrios: 43.413 atendidos por Cáritas

Cáritas Diocesana de Sevilla atendió en 2018 a 43.413 personas con más de 8,5 millones, alertando de que la pobreza “se enquista” en los barrios

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  • Presentación de la Memoria 2018 de Cáritas Sevilla. -
  • La vivienda o un empleo digno se están convirtiendo en “privilegios para unos pocos”

Hay recuperación económica pero no llega a todos y la pobreza, además, se enquista en los barrios, en esos seis que lideran las tasas de desigualdad en el país. Cáritas Diocesana de Sevilla atendió en 2018 a 43.413 personas con más de 8,5 millones, alertando de que la pobreza “se enquista” en los barrios, preocupándole de forma especial la vivienda o un empleo digno, que se están convirtiendo en “privilegios para unos pocos”.

La Memoria de Cáritas Diocesana 2018 ha sido presentada por el obispo auxiliar de Sevilla, Santiago Gómez Sierra, y el director de la entidad en Sevilla, Mariano Pérez de Ayala, quienes han querido agradecer el esfuerzo de sus 2.944 voluntarios, según ha informado Cáritas en un comunicado.

Gómez Sierra ha destacado el trabajo que la entidad realiza a través de las 251 Cáritas parroquiales de la archidiócesis y que se ha desarrollado en un marco social en el que se observa, de manera preocupante, cómo la pobreza afecta gravemente a algunos de nuestros barrios. “Seis de los quince barrios más pobres de toda España están en la ciudad de Sevilla. Es un triste récord”, así comentaba el prelado una situación que “está golpeando a muchas familias que sufren la pobreza y la marginación” y en la que influyen factores como el desempleo, superior en muchos casos al 50%, el abandono escolar, la degradación de las viviendas y el hábitat urbano, la violencia o la droga.

“La situación no puede continuar así; hay que actuar coordinadamente con recursos públicos y privados que reviertan la situación”, de esta forma hacía el prelado un llamamiento a la sociedad, poderes públicos, entidades, empresarios y miembros del tejido universitario y cultural: “La indiferencia, como nos recuerda el Papa Francisco, es un pecado grave y los más de 100.000 sevillanos que viven en esos barrios no pueden ser los descartados de nuestra ciudad”, concluyó.

La recuperación no está llegando a todas las familias

A continuación, Pérez de Ayala, siguiendo el hilo de Gómez Sierra, ha recordado que “aunque la recuperación económica es una realidad, no debemos olvidar a tantas familias a las que esta no ha llegado y que aún están inmersas en una situación de pobreza de la que no pueden salir por falta de recursos y ayudas”.

Pérez de Ayala ha denunciado que el 18,6% de los andaluces se encuentra en una situación de exclusión social, el 9,2% en exclusión severa. Un panorama en el que la crisis ha dejado como huella algunas circunstancias que se están asumiendo como algo normal, entre ellos: un mercado de trabajo basado en la precariedad, el difícil acceso a la vivienda y las carencias de unos Servicios Sociales que dificultan el acceso de las personas a los recursos públicos.

“Llevamos avisándolo desde hace tiempo, el desempleo está aún muy presente en nuestra realidad, pero también lo está el empleo precario, el de los salarios bajos y los contratos temporales o a tiempo parcial. Advertimos una situación que está haciendo que ya existan trabajadores pobres” apuntaba el director de Cáritas, que ha recordado que el último trimestre de 2018 se cerró con 197.600 parados en la provincia.

El paro o la precariedad laboral impiden a las personas hacer frente a sus necesidades más básicas, e incluso acceder a una vivienda o mantener los gastos derivados de esta. Como consecuencia, muchos se ven obligados a recurrir a los servicios sociales públicos, que por falta de medios, carecen  de eficacia y no pueden atender las necesidades de quienes recurren a ellos. “En muchas ocasiones tardan hasta 5 meses en tramitar una ayuda, y hay personas que no pueden esperar tanto tiempo” ha explicado, a la vez que exigía una mejora en las condiciones de estos servicios, sobre todo en la aplicación de la Renta Mínima de Inserción. “Este primer año de aplicación ha supuesto una nueva frustración para muchas familias. Las tramitaciones se han demorado meses, existe falta de personal y grandes dificultades burocráticas”, ha comentado, instando a facilitar los recursos a las personas que lo necesitan.

Más de 18,5 millones para 43.413 personas

Así, Pérez de Ayala ha afirmado que los datos de Cáritas constatan esta realidad. La entidad atendió en 2018 a 14.408 familias, de las que se beneficiaron 43.467 personas a través de 110.627 intervenciones. Los números bajan entorno al 8% respecto al año anterior, por lo que se muestra una cierta mejoría, aunque el número sigue siendo muy elevado.

La atención se ha realizado a través de dos líneas muy definidas: la acogida en las Cáritas parroquiales y la atención específica a través de programas y proyectos.

El perfil habitual son familias y personas en riesgo o situación de exclusión social con desestructuración familiar y social en las que existen algunas de estas situaciones: desempleo de larga duración, precariedad laboral, bajos niveles de cualificación y poca experiencia laboral, graves carencias educativas, insuficiencia de ingresos económicos y nacionalidad española en su mayoría, entre otros.

El 77% de las ayudas en atención primaria lo acaparan la alimentación y recursos básicos, y la vivienda (suministros, alquileres, hipotecas...).

Además de esto, como ha remarcado el director de la entidad, Cáritas Diocesana continúa haciendo una clara apuesta por ofrecer las herramientas necesarias que permitan a las personas insertarse y mantenerse en la sociedad de forma autónoma y en condiciones dignas de vida. Así, ha destacado cifras como las 243 personas que consiguieron trabajo en 2018 gracias al Programa de Empleo, la atención a más de 550 personas sin hogar a través de los proyectos de atención en calle y el centro de atención integral ‘Amigo’; 292 mujeres en 15 proyectos específicos, 70 familias asesoradas en materia de vivienda, 339 personas en proyectos de infancia y juventud y 282 participantes en los proyectos de animación a personas mayores.

Especial mención han recibido los proyectos de economía social Bioalverde SL y Textil que en 2018 consiguieron ofrecer 18 puestos de inserción laboral entre ambos. El primero, a través de la explotación de un huerto y la venta de productos ecológicos, y el segundo, mediante la recogida y reciclaje de más de 700 toneladas de ropa.

Para poder realizar todas estas acciones, Cáritas destinó el año pasado un total de 8.712.149 euros. Esta cifra es fruto de la inversión de los 5.451.219 euros de Cáritas Diocesana y los 3.260.930 euros invertidos por las Cáritas parroquiales. Cabe destacar que de esos 5.451.219 euros millones que aporta Diocesana, el 59% se destinó a la inclusión social, el empleo y la economía social.

Respecto a los ingresos de Diocesana, el director de Cáritas ha valorado la importancia y la generosidad de los socios y donantes que han supuesto el 56% de un total de 6.750.186 € euros, de los que tan solo el 17% procedía de subvenciones públicas.

Empleo y vivienda: derechos, no privilegios

Para finalizar, Pérez de Ayala ha hecho un último llamamiento a las administraciones públicas en su compromiso con dos aspectos que, desde la entidad, consideran urgente solucionar. “Nos preocupa especialmente que el derecho a la vivienda o al empleo digno se estén convirtiendo en privilegios para unos pocos” ha comentado. Y es que la precariedad salarial, de contratación y la inestabilidad laboral impiden o dificultan gravemente el acceso a una vivienda digna, su mantenimiento o la emancipación familiar, lo que provoca hacinamientos y bajas condiciones de habitabilidad, entre otras cosas.

Por este motivo, la entidad propone niveles salariales adecuados, ofrecer programas de formación y políticas activas de empleo. Medidas legislativas propicien la creación de empleo digno y el ejercicio del derecho al trabajo en la economía social, especialmente en la contratación pública.

Del mismo modo, ante la gravedad de la situación en materia de vivienda, pide medidas eficaces que faciliten este acceso a las personas más desfavorecidas. Políticas que hagan efectivo el derecho a la vivienda y una reforma legislativa que proteja en caso de desalojo. Promoción de viviendas de protección oficial de titularidad pública para hacer frente al déficit de vivienda social, así como ayudas que faciliten el acceso no solo a la compra, también al alquiler de las viviendas.

Con motivo de la próxima celebración de la Solemnidad del Corpus Christi, Día de la Caridad, Cáritas lanza estos datos para exponer la realidad con la que trabaja, la realidad que al fin y al cabo es, con el objetivo de marcar metas y comprometernos entre todos a combatir la pobreza, la desigualdad y la injusticia. Y lo hace bajo el lema de su campaña “Tu compromiso mejora el mundo”.

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