Según ha informado a Efe la concejal de Bienestar Social e Igualdad, Fabiola Luque, la versión de los padres, que sostienen que la menor fue agredida por otros niños por un descuido de la persona que estaba a su cargo, difiere de la de la educadora, que defiende que el bebé se cayó ya que no tenía la autonomía suficiente.
La concejal ha explicado que para ingresar en el centro se exige como requisito a los niños que tengan un mínimo de autonomía y madurez y puedan andar, así como que tengan el año cumplido o lo vayan a cumplir durante el curso.
El parte de lesiones, ha precisado Luque, recoge hematomas en la frente y en la mejilla, así como arañazos en los párpados y marcas de mordidas en la espalda.
Se trataba de una de las primeras veces que la niña iba al centro y de hecho, no había podido cumplir el periodo de adaptación que se prevé al inicio, por haberse encontrado enferma.