Tan sorprendente como llamativo el comunicado que ha lanzado este lunes el consejo de administración del Recreativo de Huelva. Los jugadores de la plantilla y el entrenador José María Salmerón se quejaron públicamente el pasado domingo de los reiterados impagos y de las malas condiciones de trabajo. Los rectores albiazules les responde con una defensa a ultranza de su gestión, ensalzan el papel del Ayuntamiento de Huelva -actual propietario del club- y atacan a Óscar Carazo, responsable de la confección de la plantilla.
A día de hoy, el club onubense debe dos mensualidades (agosto y septiembre) y se retrasa ya unos días en el ingreso del mes de octubre. Eso a los futbolistas de la primera plantilla, porque a la cantera se le adeuda más y a los empleados no deportivos se les deben cuatro nóminas.
La situación es alarmante y preocupante. El comunicado decía que “nadie es más sensible que este consejo de administración y la actual propiedad del club con la situación”. Sin embargo, desde el consejo de administración sacaron pecho por las mejoras vividas en la institución desde que el Consistorio capitalino expropiara las acciones. “El club ha mejorado con esfuerzo y humildad en materia de infraestructuras y servicios externos, con el objetivo de que el equipo profesional y los escalafones inferiores tengan unas mismas prestaciones”, dice el escrito. Como ejemplos, los consejeros expusieron que “se han externalizado los servicios de fisioterapia, lavandería y limpieza; se han construido once vestuarios nuevos en la Ciudad Deportiva, así como la mejora de los campos de césped natural. Todo con los propios recursos de la sociedad y la ayuda de empresas locales, que desinteresadamente siguen apoyando al Decano”.
Una vez desgranadas las acciones meritorias realizadas, el consejo atacó a Eurosamop, la empresa a la que el Ayuntamiento cedió los derechos de gestión de la entidad, y al director deportivo de la entidad, Óscar Carazo. “Desde el respeto que nos provocan, debemos también incidir en que insistimos a la dirección deportiva impuesta por el grupo gestor, responsable de la confección de la plantilla, que no era conveniente la extralimitación presupuestaria, amparada posiblemente en la cercanía de la posible venta allá por el mes de agosto”. Además, el comunicado añadió que “si se hubiera seguido el mandato de este consejo de llevar a cabo un presupuesto inferior, probablemente los impagos no estarían produciéndose a día de hoy”.
Así pues, el consejo aseguró que “la no venta ha provocado que las necesidades de financiación externa sean a todas luces lógicas, dadas las obligaciones acuciantes que tiene la sociedad a corto plazo”. De ahí que el consejo dé su confianza a la “propiedad”, el Ayuntamiento de Huelva, encabezado por el alcalde Gabriel Cruz, asesorado por su inseparable concejal José Fernández. “Debemos mostrar confianza hacia la propiedad, dado que ha puesto encima de la mesa pagos a organismos por más de diez millones de euros para poder levantar embargos que pesaban sobre la sociedad durante varias temporadas”. Asimismo, “vamos a ser sensatos y a buscar soluciones”, sentenció el comunicado.
Por otro lado, el consejo señaló directamente a la plantilla del Decano. “Estamos a muerte con los jugadores”, dijeron los consejeros en la primera parte del comunicado, para terminar diciendo que “aquel que no quiera estar luchando por esta camiseta y escudo que nos lo diga”. Y en ese pulso echado por los futbolistas, el consejo dijo que “este tipo de actitudes sólo dividen a nuestra querida afición”. “Solamente cabe pedir unión y apoyo”, terminó diciendo el consejo en el comunicado.