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Jerez

“No me voy a mover de la puerta del hotel hasta que cobre mi dinero”

Una camarera de piso del Hotel Tierras de Jerez inicia una protesta para exigir su indemnización de 31.000 euros acordada en el juzgado tras 15 años de trabajo

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  • Manuela junto a una pancarta delante del hotel. -

Manuela Vargas es vecina de Jerez y tiene 45 años, de los cuales los últimos 15 los ha pasado trabajando como camarera de piso en el Hotel Tierras de Jerez, en la calle Corredera, donde desde el pasado jueves permanece apostada a sus puertas con una pancarta reclamando su indemnización de 31.000 euros. Así piensa seguir el tiempo que haga falta.  Su relación laboral se extinguió el pasado mes de junio, cuando el día 18 alcanzó un acuerdo con la dirección del hotel que ahora se está incumpliendo. Dicho acuerdo por fin le iba a permitir respirar y  comenzar una nueva etapa después de dos años de impagos y de incertidumbre, en los que ha llegado a acumular hasta cuatro nóminas pendientes. Todos los problemas comenzaron hace dos años, cuando un nuevo empresario, gerente de Alojamientos Jerezanos, se hizo cargo del hotel.     

“Nos subrogó a todos (no llegan a la decena) con las mismas condiciones, pero desde el mes siguiente a su llegada empezó a no pagar; llevo dos años denunciando los impagos”, relata Manuela a Viva Jerez. Cansada de esta situación, y de mirar si en su cuenta bancaria había movimiento un día sí y otro también, se puso en manos de un asesor laboral y llevó los incumplimientos reiterados de la empresa al juzgado. “Lo que más me duele es eso, que después de 15 años me veo en la calle, sin mi dinero, y sin trabajo, y que este señor se ría de mí así”, señala con la voz quebrada.      

Tiene dos hijas, una de ellas de 20 años que en estos momentos se encuentra estudiando en Granada. “Me hace falta el dinero, tenemos un sueldo en casa pero pagamos hipoteca, luz, y los gastos y no puedo seguir así”. Por eso, esta vecina de Jerez y madre de familia está dispuesta a seguir viniendo cada día de nueve de la mañana a siete de la tarde junto a su pancarta advirtiendo de que Alojamientos Jerezanos “no paga a sus trabajadores” para reclamar su dinero.      

Tal y como explica, una vez que se puso en manos de su asesor, lo primero que hicieron fue instar un procedimiento de resolución de contrata por no abonar las nóminas, dado que si se acreditaban los hechos que alegaba, equivaldría a un despido improcedente, lo que se traduciría en una indemnización de 45 días por año de servicio más los salarios no abonados. Finalmente, como aclara su asesor, Antonio Ortega, de Laborum, el día del juicio hubo acuerdo entre las dos partes y el empresario reconoció la deuda y las cantidades reclamadas, fijando una indemnización de 31.000 euros. Al tratarse de una cantidad elevada, se les dio opciones para que abonase el importe en cantidades mensuales, acordándose también acordó también que el incumplimiento de “cualquiera de los plazos” conllevaría solicitar la ejecución inmediata de la totalidad de la cantidad.  

Incumplimiento

Ante el incumplimiento del primer mes, se presentó en el juzgado de lo Social una demanda, acordando el juzgado el embargo de todas las cuentas corrientes y de los bienes de la empresa, lo cual quedará sin efecto si Manuela cobra lo que se le debe de manera inmediata en estos días.

“El empresario ha incumplido lo habido y por haber, dice que no puede pagar, pero se le ha dado muchas facilidades, y ya más de la mitad de la plantilla ha iniciado procedimientos para reclamar sus pagos pendientes”, señala Ortega. Manuela, que tiene el apoyo de sus familiares, que se turnan para no dejarla sola a lo largo del día, y de sus compañeros del hotel. Ella lo tiene claro: “no me voy a mover de la puerta del hotel hasta que cobre mi dinero”, advierte.

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