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Torremolinos

El secreto de los mejores espeteros

El Círculo de Empresarios de Torremolinos (CET) elige cada año al mejor espetero de la Costa del Sol. Los ganadores de pasadas ediciones cuentan su experiencia

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Miguel León, mejor espetero del año 2016 y segundo en la actualidad.

José Antonio Moreno, mejor espetero de la Costa del Sol.

Miguel Ángel Rivero (Derecha), mejor espetero del 2015.

  • Moreno, Rivero y León animan a aficionados, veteranos y profesionales a participar en el certamen
  • Aseguran que el respeto a la tradición y el producto marcan la diferencia
  • El certamen se celebra este año en La Carihuela el próximo 4 de agosto

José Antonio Moreno es el mejor espetero de la Costa del Sol. No tiene años de experiencia a sus espaldas, no ha aprendido de su abuelo o de su padre. El arte de espetar lo aprendió a la fuerza y por necesidad.

El 14 de agosto de 2016, en plena temporada alta, el espetero del chiringuito Dieguichi, en Manilva, abandonó de la noche a la mañana su puesto y se llevó todo con él. “Yo conocía la técnica, sabía cómo se hacía, pero nunca me había puesto a ello. Necesitaba salvar el día y lo saqué”, cuenta Moreno, espetero del chiringuito Dieguichi. El 26 de agosto de 2017 se alzó con el premio a mejor espetero de la Costa del Sol gracias al concurso organizado por el Círculo de Empresarios de Torremolinos (CET). Seis meses de experiencia le valieron para ser el mejor de la costa.

Miguel León, espetero del chiringuito torremolinense Los Leones, intuía que el 12 de agosto de 2016 iba a ser un día grande.Le asignaron el dorsal número 5. Casualidades de la vida, tan solo una semana antes, el 5 de agosto nació su hija. 

León se ha criado, como él dice, en la arena. “He nacido en la playa. Me acuerdo que, cuando era pequeño, me sentaba encima de una caja de Coca-Cola y veía cómo pelaban las patatas en el chiringuito de mi abuelo”.

Pero lo que más le gustaba era sentarse al lado del espetero. Suerte que aprendió de él porque, cumplidos los 16 años, llegó su prueba de fuego. “Un día el espetero no pudo venir y me puse yo a hacer los espetos de sardinas.Cuando le presentamos el plato a los clientes me dijeron que era el mejor espeto que habían tomado de todos los días de sus vacaciones que habían pasado por nuestro chiringuito”, detalla con emoción. Ahora, con 31 años, ostenta el título del segundo mejor espetero de la Costa del Sol y en 2016 quedó primero.

Miguel Ángel Rivero fue el primer espetero elegido en este certamen, celebrado en el año 2015. Toda una vida le ha valido para ello. “Este año cumplo mis bodas de plata en Los Mellizos”, explica. Actualmente tiene 34 años y lleva desde los nueve años haciéndose con la técnica del espeto, el buque insignia de la gastronomía malagueña.

Para conocer el secreto del mejor espeto los tres coinciden en lo mismo: producto y el respeto hacia la tradición. “Una buena candela”, afirma Rivero. “El punto de sal es importante, sin olvidar el de cocción: la sardina no debe estar ni muy seca ni poco hecha”, completa León. “No perder la esencia de la tradición o perderemos el norte. No podemos permitir ofrecer un pescado insípido”, concluye Moreno.

El turista y el malagueño piensa en el espeto y se le hace la boca agua. En lo que nadie piensa y valor es en el trabajo que hacen estos “héroes” de la cocina, soportando altas temperaturas día tras día. “Pienso que si la gente se anima y participa en el concurso o asiste de público, se darán cuenta de lo que vale nuestro trabajo y de cómo respetamos este modo de cocina tan nuestro y tradicional”, afirma José Antonio Moreno.

Uno de los ingredientes del éxito de este plato radica en la facilidad para comerlo. “El turista lo que quiere es un plato de comida rápido, que esté bueno y que pueda comérselo en la arena con una lata de refresco o una cerveza bien fría”, cuenta Moreno.

Los tres se volverán a presentar a esta cuarta edición y animan a veteranos y aficionados a exponer su arte y saber hacer.

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