El alcalde de Sevilla, el socialista Juan Espadas, ha presentado este miércoles una herramienta que permite definir y establecer un catálogo de 30 edificios singulares protegidos, con sus diagnósticos de situación y datos sobre su planeamiento, entre otros elementos, para favorecer la búsqueda de inversores e impulsar su rehabilitación con financiación pública o colaboración público-privada, creando un motor de creación de empleo para la ciudad.
Junto al concejal delegado de Hábitat Urbano, Cultura y Turismo, Antonio Muñoz (PSOE), y el responsable de la Gerencia de Urbanismo, Ignacio Pozuelo, Espadas ha explicado que esta herramienta permite por primera vez tener una imagen global de los inmuebles, que ocupan una superficie total de 124.405 metros cuadrados y cuya restauración rondaría los 111,3 millones de euros, sin incluir su puesta en uso o equipamientos. En este sentido, cabe señalar que en siete de esos 30 espacios ya se están ejecutando obras.
El objetivo es mejorar la conservación de este patrimonio, que se encuentra mayoritariamente en la zona centro, y generar espacios de inversión, actividad cultural y uso social, según subraya, un fin que liga a la estrategia 'Sevilla 2030', ya que establece el patrimonio, la historia y la cultura como "pilares del crecimiento futuro", considerando esta apuesta como la "más sostenible, la más inteligente y la que tiene más posibilidades al ser la materia prima de la ciudad".
En este sentido, incide en que afrontar ese coste únicamente con financiación pública conllevaría un plazo bastante amplio de tiempo para su puesta en uso, por lo que se analizarán y tendrán en cuenta todas las vías para alcanzar esos fondos, como puede ser la gestión público-privada de espacios, enajenación o concesión, la captación de ayudas europeas o líneas de actuación autonómicas y estatales, así como usar parte del capital obtenido con la inversión de una empresa para el uso de un inmueble para rehabilitar otro de menor atractivo. "No es regalar patrimonio, sino definir su uso y buscar socios de viaje", concluye.
Asimismo, plantea 15 modelos de gestión pública, 12 serían público-privado y otros tres privados, teniendo en cuenta los tipos de usos propuestos, entre los que se encuentran ocho edificios que podrían albergar iniciativas culturales, siete para uso social, cuatro para equipamientos, otros tres podrían tener actuaciones ligadas al deporte, seis relacionadas con innovación y empleo y dos se dirigirían a usos terciarios. Sin embargo, Espadas aclara que se trata de "propuestas" y que los edificios pueden contar con opciones de uso mixtas.
Entre los edificios con uso cultural, Espadas propone ocho inmuebles, que necesitarían 35,5 millones para rehabilitarlos, plateando el centro cultural en ejecución de la Fábrica de Artillería, los usos culturales o museísticos del Espacio Santa Clara, el futuro Museo Bellver en la Casa Fabiola, la Casa de los Poetas en la Casa Cernuda, el espacio de ciencia y cultura para el entorno del Casino de la Exposición, un centro de cultura y gastronomía en el mercado de la Puerta de la Carne, un centro de interpretación de las murallas de la Macarena en ese enclave y una iniciativa cultural ligada a la Exposición Iberoamericana de 1929 en el Pabellón Real.
Respecto al uso social, son siete inmuebles, proponiendo el desarrollo del Centro de la Mujer en el Centro Paterri, un centro de educación medioambiental en la Hacienda Miraflores, un centro de ocio alternativo juvenil en la nave Santa Bárbara, el Centro para la Memoria Histórica en el pabellón de ingreso de La Ranilla, un centro social de entidades en el Palacio del Pumarejo, el proyecto de interés social 'Escuela de la felicidad' en la nave de la calle Campamento o el uso de la Torre La Única por Radiópolis junto a otras acciones complementarias.
Altadis
También, se señalan seis edificios que podrían centrarse en innovación y empleo y que necesitarían 22,4 millones para su rehabilitación. Entre ellos, está el cubo de Altadis, con un proyecto "innovador y emblemático"; el centro de telecomunicaciones y nuevas tecnologías de las naves de Renfe en San Jerónimo; la innovación en turismo ligada al Costurero de la Reina; un centro de empleo asociado al patrimonio industrial y salas polivalentes en la Fábrica de Vidrio de la Trinidad; espacios de coworking en Nave Singer y un centro de emprendedores y empleo en el denominado palomar de Cruzcampo.
En este marco, Espadas espera que el cubo de Altadis conlleve un "efecto Guggenheim", como el provocado por el famoso museo en la dinamización de Bilbao. "Si se es capaz de acertar, se tratará de uno de los focos más interesantes para los inversores y permitirá rehabilitar toda la parcela", subraya.
Se plantean usos terciarios para La Gavidia y el Convento de San Agustín, que necesitarían una inversión para ser rehabilitados de 22 millones. En la antigua comisaría de Policía Nacional de la Gavidia se estudia la ubicación de servicios terciarios compatibles con equipamiento privado en sus 7.463 metros cuadrados construidos, mientras que en San Agustín se proyecta un hotel, ya en trámite.
Gavidia
De hecho, Espadas indica que, si se pudiera enajenar la Gavidia, cuya rehabilitación actualmente costaría 16 millones, el dinero podría usarse en financiar otros equipamientos como el museo de La Ranilla, el Centro de la Mujer de la Casa Paterri, poner en valor la Hacienda Miraflores o rehabilitar la Torre La Única. "Se trata de que en unos años la ciudad disponga, de manera realista, de esos alrededor de 100 millones entre financiación pública y privada", explica.
Por último, se proponen cuatro equipamientos, con un centro cívico y de emprendedores en la Casa Mallén, un espacio ciudadano en la Iglesia de San Laureano, un centro cívico en el monasterio de San Jerónimo y un equipamiento ciudadano en San Hermegildo. En cuanto al uso deportivo, se apunta a las instalaciones de la Estación de Cádiz o al desarrollo de la Sevilla Bike Center en los Jardines de Murillo, ambas ya ejecutadas, así como realizar un centro hípico municipal en la Hacienda el Rosario, en trámite.
Todo ello queda recogido en la herramienta urbanística, que se puede consultar en la web de la Gerencia de Urbanismo, y que establece una ficha para cada edificio en el que se analiza también el nivel de protección, ya que 27 están protegidos y 16 de ellos son Bienes de Interés Cultural (BIC), y su definición, donde 22 son equipamientos, tres espacios libres --como la muralla de la Macarena o la Hacienda Miraflores--, tres residenciales --como la Casa Cernuda o la Casa Fabiola--, una industria singular --Altadis--, y otra de servicios, como el convento de San Agustín.
También, recoge su tipología, donde cinco se establecen como religiosos; dos, agrícolas; uno, industrial; cuatro, ferroviarios; uno es defensivo, como es la muralla de la Macarena; seis, arquitectura civil social; tres, civil expositiva; uno, arquitectura palaciega, como es el Palacio del Pumarejo, y tres son arquitectura doméstica.