El Martes Santo “al revés” ha dejado estampas inusuales en el imaginario colectivo de los cofrades sevillanos, que han podido disfrutar de la belleza de La Candelaria por los Jardines de Murillo a plena luz del día, de La Bofetá pasando por
El Salvador y del Cerro arropado por sus fieles en las horas centrales de la jornada, y todo en el sentido contrario a lo habitual, cumpliendo la estación de penitencia en la Catedral de Sevilla y pasando posteriormente por la Carrera Oficial.
La experiencia se ha desarrollado sin grandes complicaciones, cumpliendo los horarios e incluso adelantadas algunas hermandades, pero con los sevillanos en su gran mayoría despistados, confusos por los nuevos recorridos e incluso buscando estampas de años anteriores que no se repetirían. Y mucha, mucha bulla, aunque más dispersa que en días anteriores, y tapones o “pescaíllas” en Javier Lasso de la Vega y San Pedro.
La encargada de estrenar este Martes Santo al revés volvía a ser la populosa Hermandad del Cerro, con sus 1.700 nazarenos y con un barrio nuevamente volcado en acompañar, hasta el mismo centro, al Cristo del Desamparo y del Abandono y a la Virgen de los Dolores, una salida en la que han estado presentes la presidenta de la Junta, Susana Díaz, y la consejera de Justicia e Interior, Rosa Aguilar.
La Hermandad de San Esteban era la segunda en echarse a la calle en una jornada que ha sido calurosa en las horas centrales del día, con algún que otro sofoco que hasta provocó el desmayo de una de sus 1.100 nazarenas, que no pudo completar la estación de penitencia por recomendación médica. Sí la realizaría su Cristo de la Salud y del Buen Viaje -con varias imágenes secundarias realizadas por Castillo Lastrucci- y su Virgen de los Desamparados.
Del barrio de la Calzada partían los tres pasos de la cofradía de San Benito, con su imponente Jesús Presentado al Pueblo por Pilatos, una obra de Castillo Lastrucci del año 1928, acompañado por el Cristo de la Sangre, obra de Francisco Buiza, y por la Virgen de la Encarnación, una obra anónima del siglo XVII.
Antes de la salida de la cofradía con destino a la carrera oficial, el jefe superior de la Policía Nacional en Andalucía Occidental, José Antonio Pérez, ha hecho juramento como Hermano Mayor de la Hermandad en representación de este cuerpo, y ha acompañado al cortejo procesional en su carrera oficial junto a otros representantes de la Policía Nacional.
La Candelaria y los jardines
Quizás las imágenes más llamativas de la jornada del Martes Santo la ha protagonizado la cofradía de la Candelaria partiendo a media tarde de su parroquia de San Nicolás, con el Nazareno de la Salud, talla del siglo XVII atribuida a Francisco de Ocampo, y con la Virgen de la Candelaria, una de las más queridas de Sevilla, tallada en 1923. Hermoso ha sido su discurrir por los Jardines de Murillo con los rayos de luz, acostumbrados los sevillanos a ver a la cofradía cruzar este enclave ya casi de madrugada.
Tras la Candelaria salía la hermandad de Los Javieres desde su parroquia de Omnium Sanctorum, con su crucificado de Las Almas realizado en 1947 por Pires Azcárraga, y la Virgen de Gracia y Amparo, las joyas de una cofradía fundada en 1946 en el convento de los jesuitas Sagrado Corazón.
Otra de las estampas más llamativas la dejaba la cofradía del Dulce Nombre desde su parroquia de San Lorenzo, más conocida como La Bofetá, con la imagen del Señor ante Anás, obra de Castillo Lastrucci, y la Virgen del Dulce Nombre y san Juan, obras del mismo imaginero, cambiando completamente su recorrido y pasando por el Salvador.
Las hermandades de Santa Cruz y de los Estudiantes volvieron a poner el tono más recogido de la jornada de Martes Santo en Sevilla.
La primera de las cofradías, que parte de la parroquia de Santa Cruz, uno de los barrios más antiguos de la ciudad, representa un Stabat Mater formado por el Cristo de las Misericordias, talla del taller de Pedro Roldán, y Santa María de la Antigua, obra de Emilio Pizarro de 1905.
La Hermandad de los Estudiantes, con 1.600 nazarenos, cuenta con la imagen de un cristo sencillo y austero -el de la Buena Muerte-, uno de los crucificados más bellos de la Semana Santa sevillana, obra de Juan de Mesa en 1620, que abre paso a la Virgen de la Angustia, obra de Juan de Astorga.
Una persona fallecida, el punto negativo del día
El fallecimiento de una persona de 62 años que se desplomaba al paso de la Hermandad del Cerro del Águila, cuando discurría por la calle Vasco de Gama, ha sido la incidencia más importante y la más negativa, del balance provisional del Cecop durante el Martes Santo.
Tras desplomarse esta persona, de la que no han trascendido más datos, intervinieron efectivos de la Policía Nacional, Policía Local y 061, sin que pudieran hacer nada para salvar su vida, han apuntado fuentes municipales, que señalan que todo apuntaba a un infarto.
Hasta las ocho de la tarde, el Cecop había gestionado diez incidencias sanitarias. Además del infarto anterior, el 061 asistió a dos de ellas, con traslado hospitalario, mientras que la Cruz Roja atendió a ocho in situ.
En el caso de Lipasam, se han atendido siete incidencias, mientras que se registró además una incidencia por personas desaparecidas y otras siete relacionadas con Movilidad.
Además, agentes de la Policía Local de Sevilla se incautaron en el entorno de la Carrera Oficial de tres cubos acondicionados en carritos para el transporte, la refrigeración y la venta ambulante de manera ilegal de todo tipo que bebidas y productos, en un operativo que ha alcanzado las diez actuaciones.
Los tres cubos permitían que, de forma móvil, se pudieran comercializar en el entorno de la Carrera Oficial todo tipo de bebidas sin licencia, así como otros tipos de productos que se pretendían distribuir sin regulación.
En el operativo, desarrollado este Martes Santo, ha alcanzado las diez actuaciones, frente a las nueve que se desarrollaron el Lunes Santo.