El tifón, uno de los más violentos de las últimas décadas en la zona, ha provocado ya mas 90 muertos, la mayor parte de ellos en Taiwán y Filipinas, y ha causado pérdidas millonarias durante los cinco días que lleva activo.
Según las cifras oficiales chinas, además de los ocho fallecidos contabilizados en las últimas horas, otras tres personas han desaparecido, al menos 11 millones se han sido afectadas por el tifón en las provincias de Zhenjiang, Fujian, Jiangxi y Anhui, y más de un millón han tenido que ser evacuadas.
Las nuevas cifras apuntan que 10.000 casas se han desplomado y 444.600 hectáreas de cultivo han quedado destrozadas, informó el Ministerio de Asuntos Civiles de China.
Los desprendimientos de barro y rocas causados por las fuertes lluvias dificultan además las tareas de rescate.
Zhejiang y las otras provincias chinas costeras experimentaron una rápida urbanización en los últimos años.