La empresa privada Recolte, encargada por el Partido Popular en Algeciras del mantenimiento de parques y jardines, y otros asuntos varios, lleva un trajín de mucho cuidado con la plantilla de trabajadoras y trabajadores, a los que viene entreteniendo al alargar casi sine die la firma del convenio colectivo. Y parece ser, al menos eso debería ser, que el Ayuntamiento de Algeciras nada tiene que ver con la negociación de un convenio colectivo entre empresa y trabajadores. Que lo único, y no es poco, que debería de hacer el gobierno del partido popular es pagar religiosamente las facturas que la empresa le presenta de manera ordinaria y aquí haya paz y luego gloria.
Pero en realidad no ocurre ni una cosa ni otra, ya que, desde el inicio de la negociación del convenio colectivo, el Sr Landaluce es traído y llevado por unos y otros, con el objeto de garantizarle a la empresa que habrá dineros suficientes para que ésta pueda firmar un convenio que supone aumento de costes laborales. Y el tema se complica más aún cuando las facturas que presenta Recolte no acaban de pagarse por el consistorio algecireño que acumula una deuda de unos millones de euros a esta empresa. ¿Quién tiene interés es politizar la negociación del convenio? Alguien pensaría que el mismísimo PP tuviera deseos de proyección mediática, aunque con esto tiene más de perder que de ganar. ¿Pudiera ser que se utilizara a CCOO, a través de sus asesores en el comité de empresa, para desarrollar una estrategia de desgaste político al PP? Y si esto no es politizar ¿Por qué se concentran los trabajadores ante el Ayuntamiento por la no firma del convenio de una empresa privada?
Más le valiera a la empresa Recolte explicar a la ciudadanía como puede permitirse financiar “sin intereses” al ayuntamiento del PP con bastante más de 10 millones de euros. ¡Perdón, con intereses! ¿Parece grande la deuda? Pues es sólo la que se encuentra documentada en las facturas de un periodo tasado entre abril de 2014 y julio de 2017 y que el Alcalde, Sr Landaluce, tuvo a bien entregar, por indicación judicial, al grupo municipal de Podemos. Y es que el interés de demora podría acercarse al medio millón de euros. ¿Qué banco aporta tamaño beneficio por depositar el dinero? ¡Ninguno!.
En definitiva que hay una gran deuda y alguien se pregunta: ¿cómo una empresa mantiene el servicio a pesar de los graves impagos? La otra pregunta: ¿por qué el sindicato mayoritario en Recolte insiste en politizar las reivindicaciones sobre el convenio?
Un galimatías que esperemos en breve se resuelva a favor de la ciudadanía algecireña y de quienes trabajan para ella, que siempre acaban pagando los desaguisados de las cúpulas, políticas, empresariales y sindicales.
Fdo. Rafael Fenoy Rico